La Voz
Andaba preocupado en los últimos meses José Ramón Ónega López (Mosteiro, Pol, Lugo, 1939-Madrid, 2021) por cómo sobrellevar la pandemia. Personalmente, como todos, pero también por la actividad que le ocupaba desde el 2009, como representante institucional de la Xunta en Madrid y director la Casa de Galicia. Ahora sí se va a resentir, tras su fallecimiento este domingo víctima del coronavirus. «Hay que confiar que la vacuna que se anuncia como remedio tenga resultados positivos. En este sentido, creo que tienen mucho que decir y hacer los médicos gallegos, cuya eminencia y probada profesionalidad aportarán, sin duda, remedios y soluciones para mitigar esta tragedia mundial». Esta frase, pronunciada por José Ramón hace unas semanas en un homenaje realizado por la Asociación de Médicos Gallegos define hasta qué punto Galicia era la medida de todas las cosas para este lucense de Pol que regresaba cada verano a su casa familiar.