O Cebreiro vacío a pesar de la nieve, el Año Santo y la época de cocidos

Óscar Cela LUGO / LA VOZ

PEDRAFITA DO CEBREIRO

La nieve cayó ayer en O Cebreiro, que estaba vacío de turistas y peregrinos
La nieve cayó ayer en O Cebreiro, que estaba vacío de turistas y peregrinos Óscar Cela

El cierre perimetral de los concellos gallegos, la hostelería cerrada y sin peregrinos a pesar del Xacobeo dejan una imagen insólita en el poblado de las pallozas

06 feb 2021 . Actualizado a las 22:55 h.

Un sábado sin pandemia, con nieve, en época de cocidos por el Entroido y en Año Santo, O Cebreiro estaría a reventar de gente. Pero este sábado 6 de febrero, a pesar de darse todas las condiciones antes citadas, la aldea de pallozas, entrada a Galicia del Camino de Santiago, estaba literalmente vacía. Ni los propios vecinos asomaban la cabeza. 

O Cebreiro amaneció este sábado nevado, al bajar las temperaturas y quedar la cota de nieve sobre los mil metros de altitud. Los hosteleros y comerciantes de esta aldea y de Pedrafita do Cebreiro fían buena parte de sus negocio a los ingresos que genera el turismo de nieve, que desde hace años llega a través de la A-6, tanto desde las ciudades gallegas como desde el Bierzo. Pero el cierre perimetral de los ayuntamientos gallegos y de la comunidad de Castilla y León impidió que nadie acudiese a disfrutar de la nevada. Además, los controles de la Guardia Civil están siendo estrictos para hacer cumplir las restricciones por la pandemia.

La nieve cayó ayer en O Cebreiro, que estaba vacío de turistas y peregrinos
La nieve cayó ayer en O Cebreiro, que estaba vacío de turistas y peregrinos Óscar Cela

Por otra parte, y aunque estamos en el mes de febrero, un Año Santo normal ya tendría un buen número de peregrinos entrando a Galicia por la ruta francesa. La nieve nunca fue un obstáculo para la llegada de peregrinos, pero este año los cierres municipales y de lugares de albergue, así como la propia evolución del coronavirus, están dejando bajo mínimos la llegada de peregrinos.

Además, el cierre de la hostelería se ha dejado notar en los municipios de la montaña lucense en estos meses donde habitualmente se hacían buenas cajas gracias a los turistas. Es habitual que en esta época del año se ofrezcan cocidos. En O Cebreiro todos los locales sirven este plato por la alta demanda. Además, estamos en la época en que se tenían que celebrar las ferias del butelo de A Fonsagrada y la androlla de Navia, manjares que se servían en los cocidos de Pedrafita.

Así pues, O Cebreiro era este sábado un lugar fantasmagórico. Todo cerrado: sin hostelería, sin negocios de suvenires, sin la palloza museo, sin la palloza de turismo... solo estaba abierta la iglesia de Santa María, con sus famosas reliquias, apreciadas por los peregrinos y turistas.

La nieve cayó ayer en O Cebreiro, que estaba vacío de turistas y peregrinos
La nieve cayó ayer en O Cebreiro, que estaba vacío de turistas y peregrinos Óscar Cela