Los vecinos de Paradela que salvaron de la hipotermia a una madre y una hija desaparecidas

Uxía Carrera Fernández
UXÍA CARRERA LUGO / LA VOZ

PARADELA

Rafael Fernández, guardia civil de Portomarín, y Rocío Dominguez, presidenta de la Asociación de Mulleres Rurais de Paradela
Rafael Fernández, guardia civil de Portomarín, y Rocío Dominguez, presidenta de la Asociación de Mulleres Rurais de Paradela MANUEL GUEDE

Rocío Domínguez inició una campaña por redes sociales y Rafael Fernández, guarda civil, encabezó el operativo aunque estaba de día libre: «Foi o servizo máis especial que fixen»

13 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El 15 de diciembre del 2021 la noche cayó pronto en un día frío de otoño. A las orillas del río Loio, en Paradela, una madre y una hija, de 90 y 65 años, deambulaban perdidas desde hacía horas. Lo que parecía una desaparición complicada donde el tiempo apremiaba por el temor a una hipotermia, terminó con un final feliz gracias Rocío Domínguez y Rafael Fernández. Este viernes, el Concello les entregará las Medallas de Ouro por su fundamental labor.

Rocío, vecina del municipio y presidenta de la Asociación de Mulleres Rurais de Paradela, inició una campaña en redes sociales para encontrar a las dos paradelenses que movilizó a más de sesenta vehículos. Rafael es guardia civil en Portomarín y, aunque estaba en su día libre, no dudó en trasladarse de inmediato para liderar la búsqueda de una zona que conoce al detalle: «Foi o servizo máis especial que fixen porque rematou ben».

El municipio de Paradela todavía no puede olvidar lo vivido aquel día, cuando saltó la voz de alarma porque dos conocidas vecinas llevaban desaparecidas desde media mañana. Eran una madre y una hija de 90 y 65 años, ambas con problemas de salud. Habían salido en coche pero no volvieran a su casa.

«Estaba tomando un café e chamáronme para contarme que desapareceran. O primeiro que se me ocorreu foi colgalo en Facebook», explica Domínguez. La asociación aglutina a más de 200 socias, pero también tienen seguidores de todos municipios, así que Rocío confió en el poder de las redes sociales: «Tamén teñen que servir para algo bo».

En la publicación, Rocío dejó su número de contacto e inmediatamente empezaron a llamar decenas de vecinos para ver cómo podían ayudar. «Eu tampouco sei o alcance real pero estou convencida de que as redes foron as que nos axudaron a encontralas». De hecho, la publicación de Rocío llevó la noticia hasta Rafael Fernández. 

Así fue la búsqueda

El guardia civil estaba en Lugo de vacaciones en unas actividades con sus hijos. «Non sabía nada do tema, chamoume un veciño que vira o Facebook e sorprendinme moito. En canto terminaron os nenos fun directo a Paradela», relata. El lucense no las conocía y no estaba trabajando pero no dudó ni un segundo en sumarse al dispositivo, primero como vecino y también como profesional. «Iso lévase na sangue», destaca Rocío del guardia. 

La difusión de Rocío se compaginó con el conocimiento de la zona de Rafael. Varios vecinos alertaron de que habían visto un coche igual que el de las dos mujeres desaparecidas, que llevaba varias horas quieto junto al río y por eso pensaron que era de un pescador. En este momento, ya era noche cerrada y las orillas del Loio estaban cubiertas de niebla. Para todos los vecinos la búsqueda fue a presión y a contrarreloj porque para una persona de tanta edad, las posibilidades de supervivencia a esas temperaturas son «mínimas».

«Non podía deixar de pensar no grave que podería ser perder a unha nai e a unha abuela nestas circunstancias»

Rafa encabezó el dispositivo porque lleva 30 años destinado en la zona y se mueve «coma pez na auga».«Apenas había marcas de coche e case non se veía nada coas linternas que tiñamos». Llegaron a un punto en el que tenían que seguir a pie y tras media hora encontraron el coche de las mujeres. Después, otros 500 metros más adelante se toparon por fin con las dos desaparecidas. «A máis nova, aínda que mollada, estaba mellor, pero a nai xa tiña os pes mollados do río e estaba comezando a sufrir unha hipotermia, unha hora máis alí non houbera sobrevivido», relata. La mujer de 90 años tuvo que ser trasladada al hospital y estuvo varios días ingresada. 

«Eu estaba noutra zona lonxe de alí buscando e cando me chamaron para dicirme que as atoparan deume un volco ao corazón», recuerda Rocío. La paradelense cuenta que en el municipio hacía años que no había desapariciones: «Lembroas de cando era adolescente e non era consciente da importancia, pero esta vez non podía deixar de pensar no grave que podería ser perder a unha nai e a unha filla nestas circunstancias».  Es por eso que su implicación fue máxima, de hecho visitó a la madre durante su ingreso en el hospital.

 Los vecinos, una piña

Rocío y Rafael recuerdan orgullosos el final feliz de aquel 15 de diciembre. La presidencia de la asociación asegura que es un día que no se le va a olvidar y para el guardia civil fue el «servicio máis especial» porque esta vez llegó a tiempo. Aun así, lo que más destacan es la espléndida colaboración vecinal. «Acabou ben grazas a intervención de todo o mundo, houbo moita colaboración», asegura Rafael.

La paradelense no duda en presumir «dun pobo cuns grandes valores humanos», que se convirtió en una piña para ayudar a las dos vecinas. «O meu abuelo sempre decía que se todos remamos na mesma dirección lógranse os obxectivos, e así se demostrou». 

El Concello reconoce el determinante papel de Rocío y Rafael

Para las historias extraordinarias se necesitan recompensas inéditas, por eso el Concello de Paradela va a entregar este viernes por primera vez en su historia las Medallas de Ouro de Paradela  a Rocío Domínguez y Rafael Fernández. El ayuntamiento quiere reconocer su ejemplo de colaboración y celebrará un acto enmarcado en el bicentenario del municipio. Será en el centro cultural Manuel Rodríguez López a las 20.00 horas.