El valor de los viñedos de Paradela atrae inversores como el futbolista Diego López

Uxía Carrera Fernández
U. CARRERA PARADELA / LA VOZ

PARADELA

El conselleiro José González, a la derecha, junto al alcalde de Paradela José Manuel Mato
El conselleiro José González, a la derecha, junto al alcalde de Paradela José Manuel Mato CEDIDA

La Xunta, por su parte, avanza en la creación de un polígono agroforestal con una parte vitinícola y otra de soutos

23 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El concello de Paradela ya se ubica en la Ribeira Sacra y por eso las laderas que discurren por el río Miño y el Loio son un diamante en bruto para la producción vinícola. El descubrimiento no es nuevo. Cuando todas las aldeas estaban pobladas, los vecinos cultivaron uvas durante décadas, pero la población fue disminuyendo y con ello llegó el abandono total. Ahora, el Concello se marca como objetivo «recuperar e plantar o que sempre houbo». 

El interés por las valiosas tierras de Paradela ya atrajo a inversores como el futbolista Diego López, natural del municipio, que compró una casa en ruinas para restaurar y recuperar sus viñedos. No solo hay interés de la parte privada, sino que el conselleiro de Medio Rural, José González, visitó este viernes la localidad para avanzar en la creación de un polígono agroforestal. Aunque de momento la aportación del organismo autonómica todavía está en el aire por definir. «Pola ribeira do Loio hai máis de 60 bodegas que demostran a súa riqueza», aseguró el alcalde, José Manuel Mato.

Precisamente es en la ribera del Loio donde el portero paradelense se hizo con una casa recientemente y con su terreno, como afirma su padre, que reside en el municipio lucense, y como adelantó el alcalde. Se trata de la zona de Santa Mara, donde tiene intención de, además de arreglar el inmueble, volver a plantar un dos o tres hectáreas de viñedo que aún están, en parte, trabajadas. «Paradela xa é Ribeira Sacra e é unha pena que esté parte do territorio abandonado, pero tamén levará traballo e tempo», aseguro Manolo López. Actualmente tan solo algunos vecinos siguen cultivando los viñedos, pero emplean lo producido para consumo familiar. Pese a ubicarse en la Ribeira Sacra, como Portomarín, no hay ninguna bodega inscrita a la denominación de origen.

Tres polígonos de unas 200 hectáreas

La recuperación de las tierras de Paradela, a mayor escala, también vendrá por parte de la Xunta de Galicia, según prometió el conselleiro José González. El responsable de Medio Rural visitó junto al alcalde Mato y la directora xeral de la Axencia Galega de Desenvolvemento Rural, Inés Santé, la delimitación de los tres posibles polígonos forestables del municipio. Esta herramienta opera dentro de la nueva Lei de Recuperación de Terras Agrarias.

Zona de viñedos abandonada en la ribera del Loio donde aún se conservan los muros
Zona de viñedos abandonada en la ribera del Loio donde aún se conservan los muros U.C.

Dos de ellos abarcarían una superficie de 150 hectáreas, enmarcada dentro de la denominación de origen Ribeira Sacra. Uno estaría localizado en las parroquias de Loio y As Cortes, con 80 hectáreas, y el otro en San Martiño de Catro y San Facundo de Ribas de Miño, con 72 hectáreas. En estos lugares se proyecta parte de viñedo y también parcelas con prados, cultivos agrícolas y frondosas autóctonas caducifolias. González y Mato visitaron una zona de As Cortes en la que todavía se conservan los antiguos muros de separación de las viñas. Además, próximo a los viñedos se encuentran los restos del monasterio donde nació la Orden de los Caballeros de Santiago y, por tanto, el trazado de la ruta jacobea. Mato quiso con esto resaltar la riqueza patrimonial de Paradela y González recordó que los polígonos son «absolutamente respectuosos» con estos recursos. 

El tercer polígono de Paradela se situaría en la parroquia de Castro y abarcaría una superficie de 55 hectáreas para la recuperación y revalorización de frondosas caducifolias, concretamente de soutos de castaños. En este caso, se está estudiando con mayor detalle la propiedad de estos terrenos para decidir si es más adecuado desarrollar un polígono agroforestal o una agrupación de gestión conjunta. El Concello por su parte ya tiene los deberes hechos y reunió en los pasados meses a más de 50 propietarios para darles a conocer la herramienta y hacer un censo de soutos, en lo que están interesados.