Encuentran muerta a la pareja de la mujer de Paradela que apareció sin vida en su casa el viernes

Dos tragedias en apenas tres días. Una casa de la parroquia de Ferreiros, en Paradela (Lugo), fue este lunes escenario de un segundo suicidio. En la vivienda apareció el cuerpo sin vida de un hombre de unos 50 años, pareja de la mujer que se quitó la vida con un arma de fuego el pasado viernes. Según fuentes de la investigación, el hombre habría dejado una nota de despedida donde afirma no poder soportar el dolor de la pérdida.

Con tan solo tres días de diferencia, los dos miembros de la pareja se quitaron la vida. La Guardia Civil se presentó de nuevo en el domicilio este lunes, para asombro de los vecinos, después de pasar toda la mañana del viernes analizando la casa en busca de pruebas que corroborasen que la muerte de la mujer, de unos 42 años, fue voluntaria. 

No tardaron en certificar que había sido un suicidio, al igual que el cometido por su pareja este lunes. Fue el sábado cuando el hombre se presentó en el domicilio familiar tras conocer la noticia del fallecimiento de su pareja. Regresó desde el extranjero, a donde se había marchado hacía unos días. Tras quedarse el fin de semana en la vivienda, se quitó la vida entre la noche del domingo y la mañana de este lunes. 

La Guardia Civil certifica de manera oficial que se trata de una muerte voluntaria y no investiga otras posibles causas que expliquen la muerte del vecino de Ferreiros, al igual que la de su pareja.

Desde hace 15 años en Ferreiros

La fallecida, de unos 42 años, y su pareja, de cerca de 50, llegaron a Paradela hace ya casi dos décadas. En su día, hicieron el Camino juntos y se enamoraron de la localidad lucense en la que se asentaron tras comprar la vivienda en la que apareció sin vida la mujer. Ambos eran originarios de los Países Bajos, donde se conocieron.

Las tragedias en la familia se suceden mientras las autoridades todavía buscan al hijo de la mujer, de unos 15 años, que se vino a Paradela a vivir en el año 2019. La Guardia Civil lo conoce bien, ya que sus padres denunciaron en varias ocasiones su desaparición, ya que no era la primera vez que se marchaba de su casa de forma voluntaria. Ya hay testigos que lo ubican en el entorno de la localidad de A Pobra de San Xiao. 

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