Los jugadores del Obradoiro visitaron dos parques eólicos de Enel y el colegio público
11 dic 2019 . Actualizado a las 16:33 h.Paradela reunió a gigantes y molinos en una mañana en la que solo faltó a la cita Don Quijote, que seguro que hubiera disfrutado al poder juntar a la vez a dos de sus principales obsesiones.
Los gigantes eran los jugadores del Obradoiro y los molinos los aerogeneradores de los parques eólicos de Paradela, que están a punto de entrar en funcionamiento.
El curioso acto fue impulsado por Enel, empresa que gestionará los parques, que apostó por traer a un equipo de la Liga Endesa para dar solemnidad a la celebración.
Los parques de Paradela, de 12 megavatios, y Serra das Penas, de 42, cuentan con 27 turbinas de 2 megavatios. El diámetro de las palas es de 114 metros y están sobre una torre de 93 metros de altura. La inversión en sus instalación ascendió a 60 millones de euros y cuando entren en funcionamiento evitarán la emisión de 126.000 toneladas de CO2 a la atmósfera.
El conselleiro de Industria, Francisco Conde destacó la importancia que tiene para el medio ambiente contar con instalaciones de energía renovable y el esfuerzo de Enel por descartar el carbón, al mismo tiempo que hizo hincapié en las ventajas, tanto en creación de empleo como en ingresos del parque para los vecinos, por tener el Concello una participación del 10%.
El delegado territorial de Endesa, Miguel Temboury, agradeció la participación de los jugadores del Obra a los que calificó de «gigantes llenos de energía», además de mostrar su satisfacción por poner en marcha dos nuevos parques eólicos en la apuesta por la energía sostenible de la compañía que representa.
El alcalde de Paradela no podía ocultar su orgullo por poder presentar un proyecto que destacó especialmente que comenzó a crearse hace 16 años y que tuvo que superar muchos obstáculos para llegar a ser una realidad.
Otra ventaja para el Concello es que Endesa se encargará de habilitar una ruta de senderismo junto al embalse de Belesar que comienza en el espacio Ruxidoira Loio y culmina en la plaza de Aldosende. Tiene una longitud de 16 kilómetros y transcurre paralela al río Miño.
Lo más emocionante de la jornada llegó cuando jugadores y técnicos del Obradoiro visitaron el colegio público de Paradela, en el que entregaron varios regalos a los menores, pero el mejor de todo fue que jugaron con ellos en una jornada que los niños de Paradela recordarán de una manera special.