¿Qué se hace con «lyocell»?

Francisco Ríos Álvarez
Francisco Ríos LA MIRADA EN LA LENGUA

PALAS DE REI

07 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El anuncio llegó hace unos días: el grupo portugués Altri va a construir en Palas de Rei una fábrica donde se producirá lyocell, una fibra semisintética que se obtiene a partir de la madera, generalmente eucalipto. El proceso fue desarrollado en 1972 en Carolina del Norte, y de allí también llegó lyocell como nombre genérico. Como carece de un equivalente en español, cabe plantearse si es posible tomarlo tal cual como préstamo no asimilado, si lo adaptamos o si lo usamos como voz inglesa y entonces lo escribimos en cursiva.

Lyocell tiene dos elementos inusuales en nuestro idioma. Uno es la terminación en -ll, que en el Diccionario solo aparece en detall, de al detall (‘al por menor'), antaño tachado de barbarismo por la Academia, y en el sustantivo nomparell, curiosa adaptación del francés non pareille, que da nombre al carácter de imprenta de seis puntos tipográficos.

El otro obstáculo para integrarlo tal cual es que la morfología del español rechaza la y con valor vocálico —representando el fonema /i/— en interior de palabra. Aunque la ortografía académica establece algunas excepciones. La primera es la de las formas verbales acabadas en -y cuando se les añade un clítico, como en doy + te = doyte. Hoy no aparecen más que en textos antiguos y en dichos como el «no creo en las brujas, pero haberlas, haylas». También representa el fonema /i/ la y de algunos topónimos y antropónimos, tanto españoles que conservan rasgos arcaicos como extranjeros: Goytisolo, Ayllón, Keylor.

Otra excepción al veto a la y medial con valor vocálico son las voces derivadas de topónimos y antropónimos que la llevan, como keynesiano, de Keynes. Siglas y acrónimos también están entre las excepciones. Es el caso de pyme, de pequeña y mediana empresa. Cierran este magro grupo los derivados de expresiones numerales complejas que dan nombre a hechos importantes, como noventayochista (‘de la generación del noventa y ocho').

A la vista de esto, no parece posible emplear lyocell como palabra española. ¿Puede adaptarse? Puede. De hecho, ya está adaptada... al portugués. En esa lengua alterna el inglés lyocell con su adaptación como liocel, que también sería válida en español. Pese a que allí se usa y a que ya aparece en algún diccionario de portugués, el gran productor de este tejido, Altri, sigue empleando la forma inglesa. Es también la que por ahora se utiliza en España. Mientras sea así, habrá que escribirla en cursiva.