Un funcionario de la cárcel de Bonxe, hospitalizado tras ser agredido por un preso que lo dejó inconsciente
OUTEIRO DE REI
El interno le pegó un puñetazo en el patio tras una discusión originada porque no recibió la medicación que solicitaba. Llegó a Lugo tras un incidente similar en la anterior prisión en la que cumplía pena
10 mar 2023 . Actualizado a las 20:36 h.Un funcionario de prisiones del centro penitenciario de Bonxe (Outeiro de Rei) acabó en el hospital después de sufrir una agresión por parte de un interno de la cárcel lucense. Todo ocurrió en la mañana de este viernes, en el interior del recinto, cuando uno de los presos golpeó al trabajador y lo dejó inconsciente. Debido al fuerte impacto, el funcionario tuvo que ser trasladado al hospital, donde continúa en observación recuperándose de las lesiones.
Nada hacía pensar que pudiese ocurrir algo así en lo que estaba siendo una tranquila mañana de viernes en el centro penitenciario de Bonxe. En pleno patio, durante una de las salidas de las celdas de los internos, un funcionario y un preso empezaron a discutir. Según varios testigos, el motivo del debate giraba entorno a la medicación del encarcelado, que solicitaba unas pastillas que no había recibido. Se trata de un interno con una enfermedad mental, que está bajo tratamiento psiquiátrico.
Hospitalizado en estado inconsciente
Entonces, y sin esperarlo el funcionario, el interno la emprendió a golpes con él. De forma repentina, le lanzó un puñetazo que lo alcanzó directamente en el rostro y noqueó al trabajador de la prisión. La víctima quedó tendida en el patio de la cárcel, inconsciente.
Otros funcionarios que se encontraban en el lugar acudieron a socorrerlo y redujeron al agresor. El fuerte golpe provocó que el trabajador se desmayase y no respondiese a los estímulos, por lo que sus compañeros llamaron a una ambulancia.
El herido fue trasladado al Hospital Polusa de Lugo, donde ingresó con un traumatismo craneal. Después de la agresión, recuperó la consciencia, pero no recordaba nada de lo sucedido, según varios testigos. En el complejo hospitalario, lo sometieron a un TAC cerebral para descartar daños más graves, y se decidió que pase esta noche en observación.
El director del centro penitenciario, José Manuel Pernás, incluso se acercó hasta el hospital para interesarse por el estado del trabajador este viernes.
Reincidente
El interno, que está a tratamiento médico por problemas psiquiátricos, fue reducido y trasladado a un módulo de aislamiento. La dirección del centro, siguiendo el protocolo dispuesto para estos casos, decidió pedir su traslado y, por la tarde, un furgón se lo llevó a la prisión de A Lama, en Pontevedra, donde cumplirá el resto de su pena.
Se trata de un interno de unos 30 años, que llegó hace unos meses desde la cárcel de Topas (Salamanca), donde había protagonizado un incidente muy similar. Allí, el pasado mes de enero, también agredió a un funcionario que resultó también gravemente herido. Este episodio fue el que motivó su traslado a Bonxe.
Ya en la prisión lucense, protagonizó varios incidentes con trabajadores de la cárcel, pero ninguno de este calibre. Fuentes del centro afirman que es un joven con un físico imponente y que tiene un fuerte temperamento.
Incidentes aislados pero que causan malestar entre el funcionariado
Varios colectivos como Tu Abandono Me Puede Matar o la Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP) llevan años pidiendo más medios para mejorar la seguridad de los trabajadores del sector. Desde la APFP, incluso dicen que, en toda España, son víctimas de una agresión cada 21 horas. Los colectivos piden al Gobierno un aumento de la plantilla y una mejora en sus condiciones tanto laborales como de seguridad.
El último incidente registrado en Bonxe ocurrió en mayo del 2021, cuando un interno agredió a un funcionario tras ser atendido en la enfermería. Cuando el preso trató de abandonar el módulo sin permiso, el trabajador le llamó la atención, y el interno se encaró con él. Testigos de lo ocurrido afirman que este último «arremetió con gran violencia» contra el funcionario del módulo, «rompiéndole la camisa y lanzándole patadas y cabezazos». Ante la agresividad mostrada por este hombre, fue precisa la intervención de cinco funcionarios para reducirlo.