Rastros de romerías medievales en el antiguo cementerio de Cereixa

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

OUTEIRO DE REI

Una parte de los fragmentos de cerámica encontrados en la necrópolis medieval de Cereixa durante el proceso de estudio y catalogación de los materiales arqueológicos, en el local social de la parroquia
Una parte de los fragmentos de cerámica encontrados en la necrópolis medieval de Cereixa durante el proceso de estudio y catalogación de los materiales arqueológicos, en el local social de la parroquia CEDIDA

En el yacimiento arqueológico del castro de San Lourenzo, donde habrá nuevas excavaciones en agosto,  se hallaron restos de cientos de jarras de vino

28 jul 2021 . Actualizado a las 12:22 h.

El mes próximo se llevará a cabo una nueva campaña de excavaciones en el castro de San Lourenzo de Cereixa, en A Pobra do Brollón. A la vez que se prepara esta actuación, los responsables del proyecto arqueológico -promovido por la asociación vecinal de la parroquia- elaboran una memoria basada en el estudio de los materiales descubiertos en este yacimiento en la campaña del 2019. Entre ellos destaca una gran cantidad de fragmentos de cerámica que fueron desenterrados en el cementerio medieval que está dentro del recinto del castro y que pertenecieron a un tipo muy determinado de vasijas. «Son restos de centos de xerras de viño», dice el arqueólogo Xurxo Ayán, director técnico de las excavaciones.

Aunque puede parecer raro encontrar materiales de este tipo en un cementerio, Ayán señala que no es un hecho extraño en el contexto de la Galicia medieval. «Ata o século XV foi moi habitual que se celebrasen feiras e mercados nos cemiterios, como foi o caso da Quintana dos Mortos de Santiago», explica. «No caso do cemiterio medieval de Cereixa, a presenza das xerras indícanos que neste lugar se celebraron moitas romarías en honor de san Lourenzo», añade. A este santo estuvo dedicada una ermita que existió junto al cementerio -construida en el siglo XIII, según todos los indicios-, cuyos restos fueron desenterrados en anteriores excavaciones.

El estudio de estas jarras, apunta asimismo el arqueólogo, ha mostrado que se fabricaron con arcillas de origen local. La tipología de los recipientes es muy característica de ese período histórico. «Son unhas xerras con asas e decoradas con incisións seguindo un modelo que foi documentado en moitos outros xacementos medievais de Galicia», dice.

Piezas de usar y tirar

Ayán señala por otra parte que estas jarras presentan una hechura simple y tosca que sugiere que fueron elaboradas expresamente para ser utilizadas en estos festejos. «Vese que a maioría delas están moi mal feitas, con arxilas sen depurar e cunha cocción deficiente, é dicir, que eran fabricadas para a ocasión e para usalas unha única vez», comenta.

En el yacimiento también se recuperaron numerosas piezas talladas en piedra -en cuarcitas o en esquistos cuarcíticos- que presumiblemente se utilizaron como tapaderas de los recipientes. El uso de tapaderas de piedra, añade el investigador, fue común en el medio rural hasta tiempos recientes.

Un conjunto de cerámicas que tiene paralelismos en Allariz y en otros yacimientos gallegos

El estudio de los restos de jarras descubiertas en el yacimiento del castro de San Lourenzo, según apunta Xurxo Ayán, resulta de gran utilidad para reconstruir la historia de las vida cotidiana de las comunidades rurales de la Edad Media en este territorio y particularmente de las costumbres encuadradas en la religiosidad popular. La presencia de recipientes de este tipo, por otro lado, es muy frecuente en los yacimientos medievales gallegos. Sin salir del municipio de A Pobra do Brollón, también se han hallado materiales semejantes en las excavaciones del lugar de Os Conventos, en la parroquia de Vilachá de Salvadur.

Xurxo Ayán apunta también que en el municipio de Allariz se descubrió en su día un conjunto de jarras medievales que presentan una notable similitud tipológica con las del cementerio medieval de Cereixa. Estas piezas aparecieron en el lugar de Armea -en la parroquia de Santa María de Augas Santas- a mediados de la década de 1950 y se encontraban en un buen estado de conservación, no destrozadas como las del castro de san Lourenzo. La colección fue estudiada recientemente por el arqueólogo Francisco Alonso Toucido, que colabora también en el proyecto arqueológico de Cereixa.

Otras muestras de jarras medievales de este tipo se descubrieron en San Vítor de Barxacova -en Parada de Sil-, en el área urbana de Ourense y en el conjunto de túmulos de Roza das Aveas, en Outeiro de Rei.