Dani Renda, Pablo Cacharrón y Pedro Delgado destacan la atención que les presta el cuerpo técnico
16 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.«El primer equipo es más accesible y cada vez más gente tiene oportunidades, lo que nos refuerza para jugar y entrenar cada semana», reconocen al unísono los jugadores del filial Dani Renda, Pablo Cacharrón y Pedro Delgado.
Los tres canteranos llegaron al Lugo por distintos caminos, pero tienen la misma ilusión. Dani Renda se formó en la Comercial, pasó al Lugo Juvenil y luego al Polvorín en el que lleva 4 campañas. Cacharrón entró en el Lugo con 7 años en benjamines y ya entrena habitualmente con los porteros del primer equipo. El chantadino Pedro Delgado estuvo en las canteras de Dépor y Celta y regresó esta campaña a la disciplina rojiblanca. «Es un orgullo tener la posibilidad de vestir la camiseta del club de nuestra ciudad y un sueño jugar en el Ángel Carro», afirman admirando el cuidado césped del coliseo rojiblanco desde las gradas.
A la hora de quedarse con algún integrantes de la primera plantilla Dani y Pedro no tienen ninguna duda en colocar como referentes a Seoane y Pita, cuyo fútbol les apasiona, mientras que Cacharrón aclara que «cualquier portero desde Escalona hasta los actuales Roberto y Juan Carlos, pasando por José Juan y otros, ya que este club siempre ha tenido grandes guardametas».
Los tres no dudan en decir que la presencia del Lugo en Segunda A es «un lujo para los lucenses y algo que hay que valorar mucho. Este año, además, el equipo fue capaz hasta de ponerse líder y ser segundo muchas jornadas en una temporada extraordinaria».
Camino de Escriche
El espejo en el que se miran actualmente y cuyo camino esperan seguir cuanto antes es Escriche, con el que aún comparten vestuario en el filial. «Es la prueba evidente de que este año nos están dando muchas oportunidades y se acuerdan de nosotros, pero también es evidente que Escriche se ha ganado su oportunidad y está mostrando su valía con goles», dicen sin disimular su satisfacción por el éxito del joven delantero.
El hecho de jugar en un filial de un equipo profesional les convierte en el rival a batir de la Preferente. «Todos nos quieren ganar y ver a equipos que juegan contra nosotros una semana después no parecen los mismos. Sabemos que todos nos quieren ganar y lo asumimos», advierten.
El hecho de ser futbolistas muy jóvenes y con mucho futuro no les impide asumir responsabilidades en un equipo confeccionado pensando únicamente en lograr el ascenso a Tercera División. «Nosotros mismos somos los que nos auto exigimos al máximo ya que esta temporada nuestra obligación era ascender o ascender. El año pasado nos quedamos a las puertas y ahora no podemos fallar», dicen con total convencimiento.
El próximo domingo visitan al Outeiro de Rei en un partido en el que si consiguen sumar los tres puntos lograrán el ascenso de manera matemática. «Respetamos al máximo a nuestro rival en un compromiso en el que tenemos que salir a muerte para lograr el triunfo que precisamos».