La docena de niños procedentes de Briansk, la región rusa afectada por el accidente nuclear de Chernóbil, pasarán el verano repartidos en cuatro familias de la provincia. Los pequeños aterrizaron en Santiago el pasado fin de semana, y ayer estaban inmersos en una jornada de adaptación, según explicaron desde Ledicia Cativa. En Lugo capital hay un total de nueve niños. Además, en A Fonsagrada hay uno, en Outeiro de Rei otro, y en Foz otro. El más pequeño tiene siete años, y el mayor tiene 16. «De los doce, diez repiten y dos son nuevos», comentaron desde el colectivo con sede en Ourense. Destacaron también el apoyo que dan al programa el Concello de Lugo y la Diputación, aunque en este caso, a diferencia de lo que ocurre con los niños saharauis, son las familias las que asumen la mayor parte del coste del viaje.