Aprendiendo a usar el cajero por primera vez: «Como fago para mandarlle cartos ao neto?»

Uxía Carrera Fernández
UXÍA CARRERA O PÁRAMO / LA VOZ

O PÁRAMO

Una empleada de Abanca le explicó a varios vecinos de O Páramos cómo ejecutar las operaciones básicas en el cajero
Una empleada de Abanca le explicó a varios vecinos de O Páramos cómo ejecutar las operaciones básicas en el cajero U.C.

Abanca impartió un curso a los vecinos de O Páramo, la primera localidad rural de Lugo sin banco donde instaló un cajero automático

15 jun 2023 . Actualizado a las 19:41 h.

O Páramo ya no es uno de los concellos de Lugo sin servicios bancarios. A pesar de que no cuenta con sucursal, para paliar esta carencia, Abanca instaló un cajero automático en el edificio del Concello, en el marco de un programa de la Xunta de Galicia para dotar de estas prestaciones a las localidades del rural. La nueva herramienta va acompañada de un curso para enseñar a utilizarla. Se impartió ayer en O Páramo y fue bien recibida por varios vecinos que utilizaron el cajero por primera vez. «Ou aprendémonos ou quedámonos á cola».

Hace años que los vecinos de O Páramo tienen que ir hasta A Pobra de San Xiao, Sarria o Portomarín para hacer las gestiones bancarias. La única sucursal cerró y tan solo acude un agente comercial a la localidad dos horas a la semana. El cajero automático de Abanca llega, según destacaron los participantes en el curso, en el mejor momento: «Tal e como está o gasóleo, é moitísimo mellor vir ata o núcleo do Páramo que ata outros concellos». En el salón de plenos de O Páramo solo se ocuparon unas siete butacas. Esto fue positivo para los asistentes porque pudieron aprender de manera más práctica, ya que una vez terminada la explicación teórica hicieron pruebas en el cajero.

Los empleados de Abanca entregaron un manual de instrucciones y explicaron cómo ejecutar las operaciones básicas en el cajero. Esto incluye la lectura de la tarjeta, la retirada de efectivo, el pago de un recibo con la tarjeta o la actualización o lectura de la libreta. Para que los cajeros se adapten al máximo a los usuarios, los que pertenecen a la red rural pueden configurarse para mostrar un menú simplificado y con un tamaño de letra más grande. Además, Abanca pone a disposición el número 900 815 500 para resolver cualquier duda o problema de manera gratuita.

Alguno de los parameses que se acercó para aprender a hacer todas estas gestiones siempre había acudido al personal del banco: «Nunca usei o caixeiro porque non me explicaron como facelo, eu non entendo de novas tecnoloxías». Esta vecina del municipio lucense se desplaza cada semana hasta A Pobra de San Xiao para realizar cualquier mínima gestión, ahora agradece que le hayan dado el curso para saber emplearlo «aínda que haberá que ver como se me dá na práctica». A primera vista, cuenta que le pareció más sencillo de lo que pensaba. «Non sabía que non facía nin falta meter a tarxeta», afirmó, refiriéndose al contactless.

No era la única que se estrenaba con esta herramienta, aunque otros de los parameses ya habían empezado a usarlo, como José Luis y su mujer: «Explicáronme como sacar cartos na sucursal de A Pobra porque a partir de certa hora non se pode facer en ventanilla, pero agora que o puxeron aquí temos que aprender a facer o resto». Los más experimentados estaban preocupados, por una parte, por las comisiones, ya que no todos los vecinos tienen la cuenta en Abanca. Por otra parte, tuvieron dudas sobre una de sus prioridades: «Cómo lle mando cartos ao neto?». Así que también aprendieron a hacer transferencias. No faltaron tampoco unos consejos básicos de seguridad, el primero es tapar el teclado numérico cuando se marque el PIN. «Non se lle pode dicir a clave a ninguén e hai que ter moito coidado con quen está mirando á pantalla», aprendió una de las asistentes.

A pesar de que prefieren la atención presencial, todos están animados a utilizar el cajero porque, de esta vez, «o banco estivo atento ao que necesitábamos e viñeron ata aquí para explicalo». Los otros concellos que contarán con este cajero serán Samos y Ribeira de Piquín.