«Pensamos que en un puticlub habría mucho dinero, pero fallamos»

Xosé Carreira LUGO / LA VOZ

O CORGO

Los asaltantes del Tritón reconocen que iban a robar, pero «sin hacer daño a nadie»

22 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Entre los delincuentes circuló durante algún tiempo la versión de que la caja fuerte del club de alterne Tritón, situado en Santa Mariña (O Corgo), era un bocado muy apetitoso. Por eso dos jóvenes rumanos, que ahora tienen 23 y 27 años, intentaron dar el golpe. Les salió mal y llevan ya casi dos años en la cárcel.

«Nos hacía mucha falta el dinero. Estábamos esperando todo el día un trabajo que no llegaba», le dijo ayer uno de los implicados en el asalto al tribunal de la Audiencia Provincial. Hasta entonces, explicó, habían trabajado «por aquí y por allá, en la construcción, en la agricultura...». Pero llegó un momento, explicó, en el que ya no tenían dinero. «¡Teníamos que hacer algo! Y ahí estaba el puticlub en el que se decía que había mucho dinero», explicó el mayor de los implicados.

Entonces urdieron un plan. Ir por la noche no les garantizaba el éxito porque sabían que el establecimiento estaría a tope de clientes. Planificaron actuar por la mañana; así también habría más dinero en la caja.

Los dos colegas se presentaron en el local sobre las nueve de la mañana del 23 de septiembre de 2014. Pensaron que si el establecimiento había cerrado entre las cinco y las seis de la mañana, a esa hora no habría nadie y las mujeres estarían dormidas en otra planta del inmueble. Pero fallaron en su cálculo y se encontraron con la mujer de la limpieza.

«No hacía más que ponerme el uniforme cuando vinieron dos hombres con la cara tapada. Primero me taparon la boca para que no gritara, me ataron pies y manos con unas bridas. Me encerraron en la cocina y no recuerdo quién me desató», relató la mujer de la limpieza. Antes, le quitaron el móvil y se lo dejaron encima de una lavadora para que no pudiera cogerlo y así avisar a las emergencias.

La testigo dijo que no les había visto la cara a los delincuentes porque estos iban encapuchados. Debido al ataque, sufrió una contractura cervical y una contusión en las muñecas.

«Íbamos con la intención de coger el dinero, pero no de hacer daño a nadie. No pensábamos encontrarnos con nadie, pero había una mujer y no le hicimos ningún tipo de daño. Yo me sorprendí al verla y no dio tiempo a reaccionar», explicó uno de los acusados en el transcurso de la vista.

«En la primera declaración dijeron ustedes todo lo contrario. Primero no reconocen los hechos y ahora sí», planteó la abogada que ejerce la acusación a uno de ellos. «No tenemos ningún tipo de antecedentes. Era la primera vez en nuestras vidas que hacíamos una cosa así, pero tengan en cuenta que, aunque teníamos intención de robar, no pretendíamos hacer daño a nadie», apuntó. Sin embargo, los acusados se encontraron con otra visita inesperada, la del hombre de mantenimiento al que, según dijo ayer, acabaron partiéndole dos dientes y las gafas.

Después de escuchar las declaraciones de acusados y los testigos, la fiscala optó por hacer modificaciones en el escrito de acusación y de los más de ocho años que pedía en total de cárcel pasó a cinco y tres meses porque los otros tres, por dos delitos de lesiones, los cambió por multas que rozan los 4.000 euros.

«Íbamos pensado en no encontrarnos a nadie, pero no causamos lesiones a nadie»