Un sindicato denuncia a un club de alterne por explotación

La Voz LUGO / LA VOZ

O CORGO

Los camareros denunciaron que sufrieron acoso psicológico y malos tratos .
Los camareros denunciaron que sufrieron acoso psicológico y malos tratos . alberto lópez< / span>

Dice que los trabajadores no cobraban horas extras y eran maltratados

15 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

En una situación casi sin precedentes, el sindicato CIG ha intervenido en favor de cuatro trabajadores de un club de alterne, que estaban contratados bajo el epígrafe de camareros. Según esta organización, además de jornadas de 86 horas a las semana, sin cobrar horas extraordinarias, los obligaban a realizar funciones que no se correspondían con su categoría laboral. Según fuentes consultadas, los inducían a buscar mujeres para que trabajaran en el club.

Los cuatro camareros del club Tritón, de O Corgo, fueron despedidos después de acudir a la Inspección de Trabajo a denunciar «continuas situacións de acoso psicolóxico e unhas condicións de traballo absolutamente indignas e precarias», según la CIG. Los afectados ya presentaron demandas por despido improcedente ante la autoridad laboral.

Permiso para ir al baño

Según el sindicato nacionalista, los cuatro camareros «sufriron baixas por maltrato psicolóxico, dado que estaban expostos a continuas ameazas, insultos e tratos vexatorios por parte do dono do local». La CIG asegura que el titular del negocio los obligaba incluso a pedir permiso para poder acudir al baño.

Los camareros, según la organización sindical, «estaban expostos a maratonianas xornadas laborais de 86 horas semanais, das cales as horas extraordinarias non lles eran abonadas e mesmo sufrían atrasos continuos no pago das súas nóminas».

La CIG exige actuaciones

Los trabajadores acudieron a la Inspección de Trabajo en el pasado mes de abril para poner en conocimiento de la autoridad laboral la situación en la que se encontraban.

La CIG exige que se actúe «con máis rigor no control da actividade deste tipo de locais, tanto no que afecta á prostitución como no que afecta ás condicións laborais dos seus traballadores». Esta organización insiste que los camareros a los que asesora estaban sometidos a unas condiciones de trabajo «absolutamente indignas y precarias».

Las presiones a las que estuvieron sometidos los cuatro camareros supusieron, según la CIG, que empezaran a coger bajas laborales. Antes de solicitar el asesoramiento sindical acudieron a la Inspección de Trabajo a exponer su caso.