La Guardia Civil lo investiga como un delito de maltrato a un animal doméstico
18 ene 2018 . Actualizado a las 00:06 h.Posible delito de maltrato a un animal doméstico en Serra, en la parroquia de Burgo, del concello de Muras. Los hechos ocurrieron en la tarde del viernes cuando Alberto Vilaboy, propietario de Tobi, un perro de raza Border Collie, llegó de trabajar de Ferrol y no escuchó sus habituales ladridos.
El can, que se encargaba de guiar el ganado a las fincas, se encontraba encerrado en su cuadra. «Cheguei o venres de traballar e cando abrín a porta da súa corte o can estaba vivo pero cun disparo no pescozo e co taco do cartucho enriba. Respiraba, movía os ollos pero estaba totalmente inmóvil. Supuxen que tiña danada a columna vertebral porque o tiro entroulle polo lado do pescozo e tiña toda a munición pegada na escápula e pel», indicó Alberto, que inmediatamente llamó al veterinario y a la Guardia Civil pero nada se pudo hacer porque el perro falleció sobre las tres de la madrugada.
Alberto se hizo con Tobi desde hace un año y medio y lo compró medio educado. «Ese can vale moitos cartos e o seu valor é incalculable. Andan polos mil euros pero despois telos que acostumar a ti, ao ganado e a que coñezan as fincas. Ao can dáballe ordes e sabía perfectamente cando tiña que levar as ovellas, e segundo lle sinalaba a finca onde quería que pastaran, xa as levaba. Utilizábao para o pastoreo e estaba sempre encerrado. So saía para levar e traer o gando porque son cans que tan so os sacas para traballar», indicó Alberto.
El veterinario le practicó una autopsia y concluyó que el perro murió de un disparo de una escopeta. Extrajo además los perdigones que fueron los que le causaron un severo traumatismo.
La casa en la que reside este vecino de Muras está pegada a una segunda vivienda y separada por una pared medianera. El cuarto que se encuentra encima de la cuadra donde mataron a Tobi pertenece a otro propietario.