El pasado, con cariño y con respeto

Xosé María Palacios Muruais
xosé maría palacios VILALBA / LA VOZ

MURAS

OSCAR CELA

Concellos como A Pastoriza y Muras pretenden la limpieza y la recuperación de castros

12 jun 2016 . Actualizado a las 13:21 h.

El castro de Viladonga será el único de la provincia en el que la Xunta realizará excavaciones este verano. No será, en cambio, el único en el que se lleven a cabo actuaciones a medio plazo: una escuela taller limpiará el de Saa, situado en el vecino municipio de A Pastoriza. Tampoco es el único que despierta interés de las autoridades locales: el Concello de Muras pretende limpiar un terreno próximo al casco urbano y acondicionar la superficie de un castro para visitas. Sin embargo, los trabajos también imponen contrapartidas, puesto que los yacimientos no se ven libres de vandalismo y su cuidado y su conservación exigen medios.

 ¿Qué se puede hacer para poner en valor un yacimiento?

Si ya se conoce su existencia entre la población, limpiarlo y señalizarlo parecen tareas suficientes. Es precisamente lo que hará el Concello de A Pastoriza en el castro de Saa, situado en la parroquia de Baltar, según anunció ayer el alcalde, Primitivo Iglesias. Ese ayuntamiento también prevé llevar a cabo catas en ese yacimiento, aunque a cargo de arqueólogos. La limpieza del castro, apuntó Iglesias, lleva cinco o seis años sin efectuarse.

 ¿Están todos los castros listos para poder ser visitados?

No. Muras acogió, este mismo mes, un curso de verano de la USC que incluyó, además de charlas, la exposición de un deseo del actual gobierno. Hay interés en limpiar el terreno en donde se conservan restos de un castro: está muy cerca de casas, pero pertenece a varios dueños particulares y sería preciso lograr un acuerdo con ellos. El alcalde, Manuel Requeijo, subrayó ayer que existía firme voluntad de mantener ese espacio «limpo» e «preparado» para visitas.

¿Qué amenazas puede tener un castro para su conservación?

La vegetación puede dañarlo en algunos casos. Las raíces de pinos y de eucaliptos, por su profundidad, pueden afectar al yacimiento, igual que ocurre, aunque en menor intensidad, con las de robles y de castaños. Pero ni siquiera los castros, por muy conocidos que sean, están a salvo del vandalismo o de acciones teóricamente ajenas a la mala intención que acaban produciendo daños: el castro de Baroña (Porto do Son), indudablemente uno de los más famosos de cuantos se conservan en Galicia, ha sufrido varias veces daños en los últimos años. También en el castro de Saa se registró algún episodio de ese tipo. En otros, en cambio, ese riesgo parece menor por la presencia de equipos de vigilancia, como ocurre en el de Viladonga.

 ¿Es importante excavar un castro por alguna razón especial?

Puede excavarse un castro si se considera que existen indicios de la aparición de hallazgos valiosos. También puede entenderse el interés por la realización de excacaciones si otras partes del yacimiento han sido ya objeto de investigación o si la zona donde se va a trabajar lleva años sin recibir la atención de los investigadores. En las excavaciones que se llevarán a cabo en Viladonga, financiadas por la Xunta y con un presupuesto que rebasará los 100.000 euros, se actuará en la croa del castro, en la que no se efectúan trabajos desde hace unos 30 años. Por tanto, se espera que las tareas sirvan para actualizar los datos con que se cuenta sobre esa parte, como explicó en días pasados la directora del Museo de Viladonga, Elena Varela.

 ¿Deben atenderse las peticiones y las posibilidades de excavar?

El problema está en qué hacer después. El arqueólogo lucense Frabcisco Herves, autor de trabajos de investigación en diversos concellos de la provincia, opina que «excavar por excavar no tiene criterio». Considera que a veces hay por los castros un interés que no se da por otros restos; y subraya que unos trabajos de excavación no son eficaces si no van acompañados de la elaboración de un catálogo y de un inventario.