Un exagente de seguridad mata a su padre a patadas y puñetazos en Monterroso

TANIA TABOADA LUGO / LA VOZ

MONTERROSO

Óscar Cela

El suceso se produjo mientras un niño de 4 años, hijo del agresor, dormía en la casa donde se cometió el crimen

05 mar 2020 . Actualizado a las 17:30 h.

La parroquia de Esporiz, situada a un kilómetro de la población lucense de Monterroso, se enteraba sobre las diez y media de la mañana de ayer de la tragedia ocurrida pasadas las dos de la madrugada en la vivienda número 12 de dicho lugar. En la conocida como casa Louzao residía Ramón Abel Isaac López Vázquez, de 79 años, con su hijo, Pedro López Louzao, de 52 años recién cumplidos, y su nieto, de 4. Fue el lugar donde se produjo un homicidio. Supuestamente, el hijo había matado a su progenitor a patadas y puñetazos después de una fuerte discusión. Así lo reconoció a la Guardia Civil, que recibió la alerta minutos antes de las dos y media de la madrugada.

Los agentes encontraron al fallecido en el interior de la casa. El hijo, un exvigilante de seguridad que prestó servicio durante un tiempo en Lanzarote y Lugo, se inculpó a sí mismo de los hechos. Presentaba síntomas de haber bebido y las pruebas de alcoholemia a las que fue sometido lo acabaron de ratificar.

A disposición judicial

Tras declararse autor de los hechos, el hombre fue detenido por un presunto delito de homicidio doloso y trasladado a la comandancia de Lugo, donde ayer por la mañana prestó declaración. Está previsto que en la jornada de hoy pase a disposición judicial ante la jueza de Chantada, que decretó el secreto del sumario.

Según las primeras informaciones, en el momento del homicidio el hijo del agresor, de 4 años de edad, se encontraba en el interior de la casa. Parece que estaba durmiendo y no se enteró de lo sucedido. Sobre las cuatro y media de la madrugada, la madre del menor y pareja sentimental del supuesto agresor acudió a la vivienda donde se había producido el asesinato para buscar a su hijo. Ambos se fueron a dormir a casa de una vecina.

Durante la mañana de ayer acudió a su domicilio, precintado por la Guardia Civil, para recoger algunas pertenencias. Y es que la pareja del agresor reside en Asturias, donde trabaja. A esta mujer también se le tomó declaración. Según explicaron familiares del fallecido, el supuesto agresor estaba «emparellado» con un chica que habitualmente no residía en la casa. «Viña de vez en cando. Haberá uns catro días que estivo aquí», indicaron.

Por su parte, la Guardia Civil regresó durante la mañana de ayer a la zona para hacer las pruebas periciales y tomar huellas. Al parecer, se llevaron una buena cantidad de escopetas y rifles propiedad del fallecido.

Vecinos atónitos

En la parroquia de Esporiz viven aproximadamente unos quince vecinos. Todos se conocen y la mayoría son parientes entre ellos. Ayer, algunos aún no se habían enterado de lo sucedido. «Non soubemos nada. Seica foi de noite, pero non escoitamos ningún ruído. Sabemos que estaban os dous homes na casa e o neniño», dijo Lourdes, una vecina que explicó que en la tarde del domingo estuvo hablando con el agresor y no le notó nada raro.

Según José Antonio, otro vecino, el supuesto agresor había cuidado a parte de su familia y había dejado el trabajo porque su padre se lo había pedido. Insistió en que era un hombre «formidable». «Era fillo único e o pai queríao na casa. Fai uns tres anos morreulle a nai. Non damos crédito ao que fixo, porque coidou a toda a familia: aos avós, ao padriño, á nai... E agora coidaba ao seu pai e ao seu neno», afirmó este vecino, que añadió que desde septiembre no veía al fallecido porque estaba enfermo y apenas salía de casa. Otro residente en Esporiz manifestó que Pedro era muy bueno, pero que a veces se excedía con el alcohol. Ramón Abel Isaac, al que todos conocían por Moncho, residía en esta parroquia desde hace unos sesenta años. De aquí era oriunda su mujer. Toda la vida se dedicó a trabajar en la agricultura y la ganadería.

Los vecinos comentaban la paradoja de que el hijo mató a su progenitor durante la celebración del Día del Padre.