El autor del cuádruple crimen de Gomesende asegura que recibió varios anónimos La primera edición del relato de Ares está agotada y ya se ha distribuido la segunda
05 ago 2003 . Actualizado a las 07:00 h.?l autor de la muerte de cuatro hombres en un prado de Gomesende, en el municipio de Pol, Marcelino Ares Rielo, conocido como O Garabelo está de nuevo en Galicia. En las últimas semanas se encargó personalmente de distribuir por las librerías de todas las capitales de provincia y también por las de los pueblos más importantes dos mil ejemplares de sus memorias sangrientas. Es la segunda edición. La primera, que se acabó de imprimir en el mes de diciembre del año pasado, ya está totalmente agotada. Marcelino Ares Rielo está satisfecho de la acogida que tuvo su libro porque, dice, así la sociedad conocerá la auténtica verdad de lo ocurrido aquella mañana del 19 de noviembre de 1993. De todos modos, a alguna de las personas parece que no les sentó nada bien lo que O Garabelo escribió durante su estancia en la cárcel y que luego convirtió en un voluminoso tomo. «Recibí en mi apartado de correos de Buitrago de Lozoya dos comunicados amenazantes y lo único que puedo decir es que en el libro no hay ninguna mentira. Todo se puede constatar», aseguró O Garabelo. Pero no acabaron ahí los problemas como consecuencia de la salida del libro. Su coche fue destrozado. Le rompieron la luneta trasera, el parabrisas delantero, los pilotos. El arreglo le costó más de 3.000 euros, según una factura que mostró. Pese a todo dice no tener ningún miedo. «La gente amenaza pero, luego, no va a ninguna parte. No se preocupe que no me ataca nadie porque yo soy una persona que tengo valor. Yo sigo manteniendo que por culpa de las cuatro personas muertas yo estoy en la ruina y en la cárcel. Todo lo que digo, insisto, se puede constatar. En el libro, el público puede conocer la verdad, saber quién es quién y yo me alegro que lo lleguen a saber», expresó. Ares Rielo volvió a insistir que aquellos hombres que se presentaron en su propiedad con el fin de cortar unos carballos que consideraban que eran suyos, «intentaron asesinarme por cuatro veces y conseguí salvarme de milagro». «Todos mis conocidos me decían siempre que había gato encerrado en lo ocurrido aquella mañana. Es cierto. Yo no tengo porque ocultar nada porque voy por la vida de legal. El que lo hizo, que lo pague», añadió. O Garabelo insiste con frecuencia que le arruinaron la vida. «Hubiese sido un gran industrial. No soy egoista pero siempre tuve lo mejor, los mejores caballos, las mejores tierras, la mejor escopeta... Por envidia me buscaron la ruina», aclaró el autor de las muertes. Además de las amenazas y el ataque a su coche, dijo que cuando estaba descargando libros en Meira, una persona allegada a las víctimas le llamó la atención. Tras un cruce de palabras, el incidente no llegó a mayores. Marcelino dice estar muy tranquilo porque sólo escribió la verdad.