Lugo, ciudad con un rico patrimonio histórico y cultural, se enfrenta al desafío de su crecimiento y desarrollo local. A pesar de su potencial, la ciudad está estancada, luchando por encontrar su lugar en el panorama gallego y español. Uno de los principales obstáculos para su progreso radica en la falta de una guía política fuerte y firme.
Las decisiones claves para el futuro de la ciudad a menudo se ven retrasadas o diluidas, lo que impide la implementación de proyectos ambiciosos y necesarios. La falta de visión estratégica y la incapacidad para tomar decisiones audaces han llevado a la pérdida de oportunidades importantes para el desarrollo turístico y cultural de calidad.
Cuando la línea de actuación estratégica es «no a todo», no a la promoción del turismo, no a la promoción de Lugo, no a las tecnologías digitales... alegando que estas iniciativas «no son nuestro modelo», Lugo no avanza. Simplemente con el «no» por el «no» no sirve.
La ciudad necesita un liderazgo capaz de identificar y aprovechar las fortalezas, así como de abordar sus debilidades con determinación. Es importante que los gobernantes actuales trabajen en colaboración con el resto de las Administraciones y los sectores implicados para definir una visión clara y compartida del futuro de la ciudad.
Lugo solo podrá enfrentar estos desafíos y alcanzar su máximo potencial a través de un liderazgo fuerte, una planificación y acción coordinada de las Administraciones con los principales motores de la ciudad, como asociaciones de empresarios, de hostelería, de comercio, asociaciones culturales...
Lugo no tiene margen para la inacción. La ciudad requiere un liderazgo social y cultural dinámico que la impulse como un referente en Galicia y en España