Tres investigados por el accidente sufrido por un camión en Murcia cuando se dirigía a a Lugo para entregar mercancía
LUGO CIUDAD

El desprendimiento de la carga no solo interrumpió la circulación, sino que también provocó el derrame de cientos de litros de aceite contenidos en los gatos hidráulicos
07 mar 2025 . Actualizado a las 13:02 h.La Guardia Civil está investigando a tres profesionales del transporte debido a un incidente vial ocurrido en la autovía A-7, a la altura de Murcia, cuando la carga de un camión de gran tonelaje se desprendió mientras se dirigía a Lugo.
El suceso tuvo lugar en junio en la mencionada autovía, que conecta Algeciras con Barcelona. Un vehículo articulado perdió la totalidad de la mercancía que transportaba, generando un incidente. Al recibir el aviso, varias patrullas de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil se desplazaron hasta el lugar para señalizar la zona, retirar los obstáculos de la calzada y evitar posibles accidentes.
Durante la investigación, los agentes constataron que el camión transportaba dos gatos hidráulicos de cuatro toneladas cada uno, con un peso similar al de tres automóviles, y que el viaje había comenzado en Alhama de Murcia con destino a Lugo. El desprendimiento de la carga no solo interrumpió la circulación, sino que también provocó el derrame de cientos de litros de aceite contenidos en los gatos hidráulicos, lo que generó un importante riesgo para la seguridad en la carretera.
Las pesquisas revelaron que el siniestro ocurrió apenas 21 minutos después del inicio del trayecto, tras recorrer solo 30 kilómetros a una velocidad aproximada de 70 km/h. Los investigadores determinaron que la causa del incidente fue un inadecuado sistema de sujeción de la carga. El conductor utilizó una cincha inapropiada para asegurar los gatos hidráulicos, lo que provocó que estos cayeran sobre la calzada. Tanto el transportista como el cargador no supervisaron adecuadamente el aseguramiento de la mercancía, incumpliendo así las normativas de seguridad y prevención laboral.
Finalmente, la Guardia Civil ha imputado al conductor, al transportista y al cargador como presuntos responsables de un delito contra la seguridad vial, por conducción temeraria y creación de un grave peligro en la carretera, así como de un delito contra los derechos de los trabajadores, debido a negligencias en la contratación, los medios utilizados y la supervisión del transporte.