Del urbanismo a las relaciones con la Xunta, lo que le espera a Miguel Fernández

Lorena García Calvo
Lorena García Calvo LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Entre los asuntos pendientes están las obras de peatonalización, el futuro de O Garañón, la gestión de las Caldas o la revitalización del norte de la ciudad
Entre los asuntos pendientes están las obras de peatonalización, el futuro de O Garañón, la gestión de las Caldas o la revitalización del norte de la ciudad A.L. / L.L. / O.C.

El nuevo alcalde tendrá que hacer frente a diversas tareas pendientes. Entre ellas el remate de las obras de peatonalización o el futuro de la parcela de O Garañón

06 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Un año después, la historia, aunque en otro contexto, se repite. El Concello de Lugo tendrá un nuevo alcalde, en este caso Miguel Fernández, que deberá funcionar como una locomotora nueva para un tren que ya estaba marcha. Porque el nuevo regidor dirigirá a partir de ahora un municipio que está funcionando al ritmo que le marcó durante los últimos meses Paula Alvarellos, que a su vez ya había construido su proyecto en base a los cimientos colocados por Lara Méndez.

La ventaja de esta situación es que Fernández lleva muchos años en el Concello y conoce sus entresijos. El obstáculo es que pasará de abarcar una parcela amplia y compleja como Transición Ecológica a ser el responsable último de todas las áreas y a asumir espacios que hasta el momento le eran ajenos.

El primer reto del nuevo regidor será ponerse al día de la situación global del municipio. Y, aunque lo parezca, no es tarea fácil. La propia Alvarellos había comentado en una entrevista en La Voz que le había costado meses tomarle el pulso y encontrar su sitio. Porque la maquinaria del Concello de Lugo es amplia, con grandes temas abiertos, pero también con decisiones del día a día que hay que adoptar.

La ventaja para el nuevo alcalde es que durante los últimos 14 meses Alvarellos hizo muchísimo trabajo de despacho poniendo en orden asuntos importantes como el urbanismo, buscando soluciones más realistas para infraestructuras como las caldas o nombrando figuras clave en la Administración local que facilitan que el Concello funcione. Su sustituto se encuentra un municipio más ordenado, pero que igualmente tiene trabajo.

También la gestión de las caldas está en la agenda del Concello
También la gestión de las caldas está en la agenda del Concello ALBERTO LÓPEZ

Ajustarse el cinturón

Una de las tareas a las que más atención estaba prestando Alvarellos, y que se presume un reto para Fernández es continuar ajustando las cuentas del Ayuntamiento. Los tiempos boyantes en los que Lugo tenía la hucha llena han quedado atrás y el Concello está ahora sumido en una etapa de ajustarse el cinturón. Algunas medidas ya están en marcha pero es posible que no sean suficientes. Ahí entrará la dirección política del nuevo alcalde.

Alvarellos ya afrontó el trago de subir los impuestos por primera vez en una década, pero está por ver si hay que activar algún incremento más.

ZBE, obras o terrazas

Al nuevo regidor le tocará acabar las obras de peatonalización del centro ahora ya en su recta final tras dar infinidad de dolores de cabeza— y también aplicar la nueva Zona de Bajas Emisiones. Esta va muy de la mano de la nueva ordenanza de movilidad que el Ayuntamiento tiene pendiente aprobar y que cuajará ya con el nuevo regidor. Y lo mismo sucederá con la ordenanza de terrazas, en la que el Concello también lleva tiempo trabajando.

El remate de las obras de peatonalización del centro es uno de los grandes asuntos pendientes
El remate de las obras de peatonalización del centro es uno de los grandes asuntos pendientes ALBERTO LÓPEZ

La gestión del personal

Una de las áreas más ásperas de la administración municipal es la que está relacionada con la gestión del personal. Con Alvarellos como concejala del ramo, Lugo aprobó una Relación de Postos de Traballo que se ha quedado obsoleta y la regidora tuvo que ver cómo el personal municipal protestaba en público durante varios plenos. Aunque el retorno hace unos días de Pablo Permuy a la concejalía permitirá reactivar todas las cuestiones pendientes, la última palabra la tendrá, como siempre, el regidor.

En ese capítulo se enmarca también la necesidad ordenar la situación en la que están los músicos de la Banda para poder reabrir la escuela.

La contratación del director general de urbanismo y la adoptación de determinadas decisiones sobre la gestión del área y la incorporación de personal permitieron en los últimos meses que la tramitación de licencias se agilizase y saliese adelante un número importante de proyectos. Alvarellos tenía en mente introducir más mejoras, y ahora su sucesor deberá ser el que las active, si lo considera oportuno.

El urbanismo

En materia de urbanismo hay otras dos cuestiones pendientes: actualizar el Pepri y un Plan Xeral que en el momento el que se aprobó de forma definitiva, ya estaba obsoleto. En este sentido, sobre la mesa de la regidora estaba también la idea de convocar un concurso de ideas que permita desbloquear el barrio de O Carme y aprobar la transformación urbanística de la parcela de O Garañón para que sea zona verde. Esta última tarea tiene además otra arista: la necesidad de negociar con el Banco Santander la compra de los terrenos o el recurrir a algún recurso que permita hacerse con la parcela.

El nuevo alcalde tiene también entre sus manos el futuro de la parcela de O Garañón
El nuevo alcalde tiene también entre sus manos el futuro de la parcela de O Garañón OSCAR CELA

Relación con la Xunta

Durante su etapa como regidora, Paula Alvarellos fue beligerante con la Xunta, reclamando de forma constante mejoras para la ciudad. Con el organismo autonómico hay varias tareas pendientes, como sustanciar el documento que permita abrir los párkings de los IES del centro por la tarde, concretar dónde se construirá un aparcamiento en Fontiñas o insistir en que se abra Vila Verde, o acordar dónde se construirá el centro de salud del Sagrado Corazón.

Hora de marcar perfil propio, unir al grupo y hacer frente a la oposición

Hace un año, cuando Paula Alvarellos asumió la alcaldía, se tomó muy en serio el reto de restañar las posibles heridas de la sucesión y hacer piña con sus concejales y sus colaboradores. Lo hizo, dicen allegados, con una nota sobresaliente. Y ahora esa será también la tarea que deberá afrontar Miguel Fernández, aunque el contexto sea diferente.

El nuevo alcalde tiene por delante el reto y la necesidad de afianzar la unión del grupo municipal socialista, en el que se han generado tensiones que no se han exhibido públicamente, y de integrar cuanto antes y lo mejor posible a Waldir Sinisterra, que se convertirá en el octavo concejal. Pero además, el fallecimiento de Alvarellos ha dejado muy tocados a sus compañeros de corporación y a su equipo, por lo que también tendrá que tirar del carro para que recuperen el ánimo lo antes posible.

Otra cuestión que corresponderá al regidor es marcar el perfil público que quiere tener y también la línea de actuación frente a la oposición. El carácter de Miguel Fernández, con su toque sarcástico y su rapidez mental, puede resultar mucho más difícil para el PP en el debate.