La decisión del nuevo alcalde de Lugo: más rápido que hace un año

LUGO CIUDAD

El nuevo alcalde de Lugo, Miguel Fernández (con camisa de cuadros) entrando a la reunión con Pablo Permuy
El nuevo alcalde de Lugo, Miguel Fernández (con camisa de cuadros) entrando a la reunión con Pablo Permuy LAURA LEIRAS

Los socialistas lucenses respetaron el duelo por su alcaldesa y resolvieron a su sucesor en un día, cuando en enero del 2024 la pugna Alvarellos-Fernández se resolvió en seis jornadas

05 mar 2025 . Actualizado a las 21:01 h.

Las circunstancias para que el PSOE de Lugo decidiese que Miguel Fernández sea el nuevo alcalde de Lugo ciudad, tras el fallecimiento de Paula Alvarellos el pasado sábado 1 de marzo, son muy diferentes con respecto al 8 de enero del 2024 cuando Lara Méndez informó a primera hora de aquella tarde que dejaba el mando del Concello. Entonces, aunque la elegida era Alvarellos, había que contar con la renuncia de Miguel Fernández, y el acuerdo final se tardó en hacer público seis días después, en la tarde del 13 de enero, para celebrarse la toma de posesión el 18 de enero.

En esta ocasión, los concejales del grupo municipal y la dirección del partido respetaron escrupulosamente el duelo por su alcaldesa, y no fue hasta en la tarde noche del lunes, una vez pasado el luto oficial y el funeral celebrado en la Catedral, cuando se produjo una primera reunión, de la que salieron las tres opciones que se barajaron: Miguel Fernández, como número dos; la secretaria general del PSOE local, Ana González Abelleira; y Mauricio Repetto, aunque en este caso por ocupar el puesto 4 y tener siempre algo que decir antes de renunciar.

Las dudas

Que Miguel Fernández estuviese varios meses de baja por una enfermedad precisamente vinculada al estrés, podría dar a entender que no iba a aceptar el reto de ser alcalde, aunque hace un año lo intentó en vano. Incluso, al parecer transmitió a las personas con las que habló durante los días de duelo, que no se sentía con ánimos.

Pero otras fuentes indican que cuando a inicios de febrero, Miguel Fernández regresó tras la baja a su puesto de trabajo en el Concello como edil de Transición Ecolóxica, lo hizo con plenas garantías y totalmente recuperado. Si no fuese así, no lo haría, ya que incluso llegó a pensar en dejar el cargo de concejal si no se recuperaba.

El martes 4 fue festivo local, lo que permitió a las personas que tenían que tomar la decisión reflexionar y consultarlo con sus allegados, incluso el que va a ocupar el puesto de concejal que dejó vacante Alvarellos, Waldir Sinisterra. Los siete concejales electos del PSOE y la dirección del partido a nivel local se emplazaron para una reunión este miércoles 5.

Por la mañana, se pudo ver en la Casa Consistorial más nervios de los habituales, con entradas y salidas de los concejales. Los tres de la terna, Fernández, Abelleira y Repetto, estuvieron juntos en la comisión de gobierno, que presidió el alcalde en funciones, el nacionalista Rubén Arroxo.

Del consistorio fueron saliendo y entrando concejales. Fernández lo hizo en varias ocasiones, abandonado solo y serio el Concello a media mañana. Los ediles socialistas tuvieron que atender diversas tareas relacionadas con sus áreas municipales. Incluso, algunos, para evitar a la prensa, salieron por la Sala de Novas Tecnoloxías.

La reunión decisiva

La resolución sobre quién será el alcalde de Lugo se tomó en la reunión celebrada esta tarde en la sede del PSOE en la calle Salmón, que comenzó pasadas las cinco y terminó pasadas las siete y cuarto de la tarde. A ella acudieron los concejales del grupo municipal (además de los citados, Pablo Permuy, Olga López, Ángeles Novo y Jorge Bustos), el que será nuevo concejal, Waldir Sinisterra, y el secretario provincial y secretaria de organización provincial, José Tomé y Pilar García Porto.

Aunque no tiene porque decir nada, la primera en llegar fue muy sonriente la secretaria local del PSOE, Ana González. Minutos después entraban juntos Tomé y el concejal de Dinamización Económica, Mauricio Repetto, para después hacerlo Fernández acompañado de otro veterano socialista y compañero de grupo, Pablo Permuy.

En la reunión se analizó la situación y se dio voz a los miembros destacados del partido y del grupo municipal. Fernández explicó que se sentía con fuerzas para gobernar el Concello, y pocos argumentos había para llevarle la contraria a quien por orden natural ocupa el número dos y tenía la llave de la decisión final.

Aun así, si Fernández hubiese renunciado o viesen dudas en él, el partido tenía preparado el plan b que era González Abelleira, por experiencia, trabajo, apoyo municipal y máxima sintonía con el partido, de la que ocupa un cargo relevante. De esta manera, la mini crisis, si no contamos con el martes de entroido, se resolvió en una jornada.

Para tomar esta decisión tan rápida, si se compara con la de hace un año, había dos situaciones muy importantes que marcaban el ritmo: la primera que este sábado comienza en Santiago el congreso del PSdeG, y el partido no podía llegar a esa cita sin saber quién es el alcalde, ya que podría restar protagonismo al congreso, a Besteiro y a la presencia el domingo de Pedro Sánchez.

Y la segunda razón es que el martes 11 finaliza el plazo para que se convoque el pleno de investidura, y como los primeros días de este plazo fueron de duelo, los debates y análisis sobre la sucesión tuvieron que retrasarse hasta este miércoles 5.