Los disfraces clásicos pierden terreno en Lugo: «Hay una fiebre con El juego del calamar, Miércoles y el mono naranja de presidiario»

Ivet Núñez
Ivet Núñez LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Los disfraces más populares este año en Agarimo son los de Miércoles y El juego del calamar.
Los disfraces más populares este año en Agarimo son los de Miércoles y El juego del calamar. LAURA LEIRAS

Las tiendas celebran que la ciudad mantenga viva la tradición del Entroido, ya sea con atuendos comprados o hechos a mano

01 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

«Busco un disfraz de Miércoles para mi hija», con esa frase pronunciada por un padre a la caza del disfraz perfecto el día antes del desfile de Carnaval en Lugo, el dueño de Agarimo, Pedro Ponce, se pone manos a la obra. Enseguida regresa con varias opciones. Repite la operación con Cristina Fernández, una profesora de secundaria que ha acudido al establecimiento a por un disfraz de Winx para adolescente.

Ambos disfraces están de moda en Lugo, según cuenta el propietario de esta tienda que los vende durante todo el año. «El disfraz de Miércoles fue el más pedido el año pasado, y este se mantiene como uno de los favoritos. Otros muy populares son el Juego del Calamar, el de superhéroe y el de policía o prisionero con mono naranja», explica Ponce.

Según este vendedor, los disfraces clásicos siguen triunfando año tras año, pues «los escolares no arriesgan mucho». Por eso algunos de los más vendidos son los de princesas, animadoras, policías y bomberos. «Es increíble la fiebre que hay, por ejemplo, con el típico mono naranja de presidiario estadounidense», señala.

Además de estos disfraces más económicos, Ponce ofrece también a los clientes la posibilidad de adquirir atuendos de mayor calidad. «Tengo disfraces muy originales que traigo de Canadá, Holanda y Alemania. Esos también tienen su público, aunque son más caros», apunta. Ponce sostiene que los disfraces son «un juguete» para los niños que «incentiva su imaginación, les desengancha de las pantallas y les desinhibe». Por eso, dice, algunos padres se decantan por opciones de mayor calidad que pueden reutilizar en diferentes ocasiones.

Originalidad inspirada en Pinterest

La profesora que esta mañana ha acudido en busca del disfraz perfecto, Cristina Fernández, apunta que en las aulas se ve la originalidad de los alumnos en sus atuendos, muy trabajados y especiales. «Ayer una pareja me dijo que él iba a disfrazarse de Van Gogh y ella de La noche estrellada. Me pareció una idea genial», señala.

Para dar con estos disfraces tan originales, la mayoría de sus alumnos consultan Pinterest y TikTok. «Van mucho más allá del típico disfraz, sobre todo las chicas que llevan cosas más variadas», apunta. Fernández celebra que esta tradición de Carnaval se mantenga fuerte en Galicia: «Somos muy de disfrazarnos, ya se ve en el Arde Lucus o en la festa Normanda de Foz». «Incluso con el hándicap del tiempo, que a veces no acompaña para algunos disfraces y la gente se ve obligada a ponerse algo debajo, aquí el Entroido se celebra a lo grande», añade.

El género, muy presente en los disfraces

A pesar de que el sexismo está cada vez menos presente en el día a día de los más pequeños, los disfraces son un ámbito con mucho margen de mejora. «Hay una diferencia muy clara entre niños y niñas. Ellos se disfrazan de superhéroes, policías o bomberos, y ellas de princesa, de Miércoles o de personajes de Disney como Alegría, de Inside Out», explica Ana Blanco, dependienta de Asdetrebol.

En los niños más pequeños esta diferencia no se da tanto, porque mayoritariamente se disfrazan de animales. «La diferencia entre sexos se da más entre los 4 y los 10 años. A partir de entonces las niñas ya se disfrazan de esas profesiones adoptadas por los niños», apunta.

La televisión también influye en la elección del disfraz. Este año, la tendencia es El Juego del Calamar. «Incluso los adultos se disfrazan con esas máscaras y trajes», señala.

¿Hacerlo en casa o comprarlo?

Según las tiendas consultadas, se venden tanto disfraces completos como complementos para aquellos fabricados en casa. «Hay gente que quiere cosas hechas para no tener que dedicarle tiempo y otros que prefieren hacérselo ellos. Por ejemplo, ayer una chica vino para comprar complementos para un disfraz de Winnie the Pooh para fabricárselo entero», explica Ponce.

En Asdetrebol señalan que sí que han notado un incremento de clientes que acuden a la tienda solo a por complementos. «Se da mucho en los disfraces para el colegio, que muchas veces hacen los propios niños. La escuela les manda ir de alguna profesión, de un animal o de científico y ellos elaboran el disfraz. En muchos centros se hacen, además, concursos de disfraces», apuntan.

Ambas tiendas se encuentran ahora inmersas en una vorágine de peticiones que tratan de satisfacer en la medida de lo posible. «Estamos a tope y todavía falta el arreón final. El viernes, el sábado y el domingo seguro que nos pedirán muchas cosas, porque las cuadrillas ultimarán sus disfraces para el lunes», augura Ponce. A pesar de que muchas ventas son online, en Agarimo esperan que el público lucense y el sarriano, «amante del disfraz», se vuelquen en estas últimas horas.