Gobierno y Xunta estudian cómo retirar los símbolos franquistas de sus edificios en Lugo

LUGO CIUDAD

El gobierno autonómico ya ha pedido presupuestos para sacar el escudo de la calle María Balteira
23 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Los escudos franquistas que todavía perviven en dos edificios públicos de Lugo se retirarán. Lo que no está claro es ni cuándo ni cómo. El Gobierno Central, como titular del edificio de Hacienda en la Rúa da Raíña, y la Xunta, como máximo responsable del inmueble de Sanidade en la calle María Balteira, estudian la fórmula más adecuada para rsacar de sus fachadas los escudos predemocráticos, pero hablan de actuaciones complejas.
La Ley de Memoria Democrática del 2022, heredera de la Ley de Memoria Histórica del Gobierno de Zapatero no deja margen para la duda. Es obligatorio que todos los escudos, placas u otros símbolos predemocráticos que todavía perduran en los espacios públicos se eliminen, y los responsables de hacerlo son los titulares de esos edificios.
En Lugo se da la paradoja de que es el propio Estado, el que dicta la norma, el que mantiene el escudo franquista en el frontón que corona la Delegación de Hacienda, si bien desde la Subdelegación del Gobierno defienden que están al tanto del problema y que le buscan soluciones.
Los representantes del Gobierno Central en la provincia trasladaron al gabinete técnico de la Agencia Tributaria de Galicia, que es donde están los arquitectos, la problemática de Lugo. La cuestión, alegan, es que no solo quieren tapar el escudo, sino darle una alternativa. Según defienden, llevan tiempo estudiando una solución pero no acaban de tener claro qué hacer, porque de fondo está la complejidad de intervenir en un edificio protegido.
Más avanzado parece tenerlo la Xunta de Galicia. Fuentes de la administración autonómica señalan que se están buscando con empresas y analizando con técnicos la forma más adecuada de retirar el escudo del edificio de Sanidade para hacer cumplir así la Ley de Memoria Democrática. Ahora se estarían valorando presupuestos, pero advierten que, como en el inmueble de Hacienda, la intervención no es sencilla por la ubicación de dicho escudo.
La retirada de la simbología predemocrática de las calles era una vieja reivindicación que se convirtió en norma con la entrada en vigor de la Ley de Memoria Histórica bajo el mandato de Zapatero, pero su ejecución no siempre fue ni fácil ni rápida. Además, alrededor de ciertos iconos todavía pervive, aunque en un segundo plano, el debate sobre si han de borrarse definitivamente o si deben mantenerse como advertencia para no volver a repetir la historia.