Coto Real renuncia tras 7 años de espera por licencias en Lugo a levantar un hotel junto al cuartel de San Fernando

Suso Varela Pérez
suso varela LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

El edificio 20 de la Rúa San Froilán ya está derribado y la propiedad incluye a los números 18 y 16
El edificio 20 de la Rúa San Froilán ya está derribado y la propiedad incluye a los números 18 y 16 ALBERTO LÓPEZ

El dueño de los números 16,18 y 20 de la Rúa San Froilán los dedicará a 16 pisos y un garaje para 50 plazas

31 ago 2023 . Actualizado a las 20:30 h.

La paciencia tiene sus límites y el propietario de los números 16, 18 y 20 de la Rúa San Froilán de Lugo ciudad, junto a la puerta de San Fernando, desiste de su idea de montar un hotel de cuatro estrellas en unos solares en los que además aparecieron destacados hornos de cerámica romana. Manuel Francisco Gómez, dueño del Coto Real de Rábade, abandona su ilusionante propuesta hotelera para dedicar los edificios a la venta, alquiler y propiedad particular.

Después de siete largos años de peticiones de licencias de todo tipo, además de proyectos, se acaba de publicar definitivamente el estudio de detalle que permite la unión de los edificios 18 y 20 (este ya derrumbado), último paso para ahora poder solicitar la licencia de obra.

«No tengo la ilusión que tenía hace siete años, con 58 años, y han sido muchos problemas de todo tipo, así que prefiero no montar el hotel y dedicarlo a viviendas», explica con pena el empresario lucense, quien se queja de los múltiples inconveniente con los que se ha tenido que ir encontrando para llevara a cabo su idea de un hotel de calidad, previsto para 54 habitaciones, y un restaurante en la planta baja que iba a tener como reclamo la visión de unos importantes hornos de cerámica romana que se conservarán, tal y como marca Patrimonio.

16 viviendas y 50 plazas de garaje

La idea que maneja el dueño del Coto Real es construir un edificio con 16 viviendas, que contará con un amplio bajo para un garaje estipulado para 50 plazas. Esa será la petición de licencia que hará al Concello, aunque no es muy optimista con que pueda comenzar a construir en los próximos meses visto el ritmo de la tramitación municipal. 

Dilaciones en el tiempo

Lo que llama la atención es todo el proceso inició el empresario Manuel Francisco Gómez son las dilaciones en el tiempo. En el 2020, como recogía este periódico. Pidió licencias para derribar los edificios, pero desde el Concello le dijeron que tenía que proponer antes alternativas para la parcela, además de pedir un estudio de detalle para unir los edificios 18 y 20. Entonces, desde el gobierno local señalaron que la petición de licencia no era para un total, si no para uso residencial, además de que había presentado un documento básico.

Parte trasera, donde se hallaron los hornos de cerámica romana y que se conservarán para su musealización
Parte trasera, donde se hallaron los hornos de cerámica romana y que se conservarán para su musealización ALBERTO LÓPEZ

Más de un año esperando por un papel

Ese estudio de detalle finalmente fue aprobado por el Concello en mayo del pasado año, pero ha tardado 15 meses en ser publicados en los diarios oficiales, lo que le da rango de validez. Patrimonio de la Xunta también tuvo que dar el visto bueno. Este retraso ha sido la gota que colmó el vaso de la espera del dueño del Coto Real y abandonar su idea hostelera.

Cuando el gobierno local aprobó el estudio en mayo del 2022, puso en valor la unión de los edificios y que tuviesen un relevante hallazgo arqueológico, con un conjunto con dos hornos y estructuras anexas, repertorio de la producción cerámica y otros elementos, como una impresionante rueda de alfarero.

«Unha relevante aparición, localizada nos patios traseiros entre os edificios e a Muralla e que, segundo o informe do Servizo de Arqueoloxía, merece ser conservado e, na medida do posible, integrado nas futuras instalacións para as que se anunciou un complexo hoteleiro (con restaurante incluído) de catro plantas e soto reservado para estacionamento», explicó en su momento la concejala responsable de Urbanismo, Paula Alvarellos. Finalmente parece que no habrá hotel.

Manuel Francisco Gómez: «Para todo hay una edad, y hace 7 años tenía ilusión por este proyecto»

«Para todo hay una edad, y hace siete años estaba ilusionado con este proyecto, pero ya no tengo edad para meterme en una aventura hotelera», explica Manuel Francisco Gómez.

Reconoce que además de los sucesivos problemas con las licencias y del desgaste del paso del tiempo, hay una realidad empresarial diferente en la actualidad con respecto a la que tenía Lugo hace siete años.

«La oferta hotelera que hay o se prevé en la ciudad es mucho más amplia que cuando yo quería abrir el hotel en San Froilán». Además, destaca que el asador y hotel Coto Real de Rábade está funcionando muy bien, consiguiendo un prestigio que quieren seguir manteniendo. Además, indica, ya tienen en Rábade un hotel que da servicio a Lugo.

Dos casas de 1880, protegidas por el PEPRI

Los dos edificios que se unen en uno fueron construidos en 1880 y están en el ámbito del entorno del BIC de la Muralla y de San Fernando. Dentro del PEPRI quedan enmarcados como inmuebles «coherente con caserío», con nivel 4 de protección. El número 18 consta de 226 metros cuadrados de superficie construida; mientras que el 20 son 391 metros cuadrados. Constan de planta baja y dos plantas, y una tercera retranqueada y abuhardillada hacia la fachada principal. En cada una de las tres plantas existía una vivienda independiente mientras que en la baja se ubicaba un local comercial.

Imagen de los hornos romanos hallados en la excavación
Imagen de los hornos romanos hallados en la excavación Óscar Cela

Con la publicación del estudio de detalle, los número 18 y 20 de la Rúa San Froilán quedan unidos, eso sí, conservando la medianera. Se van a musealizar dos hornos de cocer cerámicas encontrados durante las excavaciones que hizo el arqueólogo Iván Álvarez Merayo. La intervención prevé hacerlos visitables a través de la planta baja y ser vistos desde la Muralla (en la actualidad están tapados con lonas). Expone el estudio de detalle que estos restos se ubicarán en la zona pegada a la Muralla, mientras que el resto del subsuelo se puede utilizar en la nueva edificación.