Deportistas de México y Chile entrenan en la ciudad amurallada para preparar citas como los próximos Juegos Olímpicos o el Mundial
11 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Un entorno de bosques, carreteras con poco tráfico, rutas en bicicleta, un río en el que practicar aguas abiertas... La ciudad de Lugo y sus alrededores son algo así como un jardín del Edén para la práctica del triatlón. Tanto es así, que estos días uno puede encontrarse corriendo por la Muralla a olímpicos mexicanos que se preparan para los Juegos de París, o a triatletas que en solo unos días tomarán la salida en la última cita del Mundial.
Todo comenzó en vísperas de los Juegos Olímpicos de Londres 2012. El entrenador de triatlón Javier Mon, que formaba parte del cuerpo técnico de la selección mexicana desde el 2008, recibió el encargo de diseñar el plan de trabajo de su equipo para las Olimpiadas. Necesitaba una base de operaciones que les encajase y decidió que Lugo, su ciudad natal, era el lugar idóneo para que los deportistas entrenasen.
Ha pasado más de una década y aquella estadía puntual se ha convertido en una cita anual. Cada verano, triatletas llegados de países como México o Chile se trasladan a la ciudad amurallada para ponerse a punto de cara a las citas importantes. Este año, varios en la comitiva miran de reojo a las Olimpiadas.
Pero la gran pregunta es por qué Lugo, y la respuesta la tiene Carlos Prieto, prestigioso entrenador que ha trabajado con gente como Gómez Noya. «Lugo tiene un entorno privilegiado para entrenar un deporte como el nuestro, una naturaleza única alrededor de la ciudad y espacios tranquilos. Esto hizo que recalaran aquí para preparar los Juegos Olímpicos de Londres un grupo pequeño de triatletas, y a partir de ahí ha ido creciendo». Prieto, que ha recorrido zonas de entrenamiento por todo el mundo, dice sin ambages que «tenemos un lugar privilegiado por entorno, condiciones, tranquilidad, y por las facilidades que nos presta el Concello».
Las zonas por las que entrenan
Decenas de carreteras tranquilas, como las de Ombreiro, hacia Friol, Castroverde o Ribeira de Piquín las recorren estos días los deportistas de las selecciones mexicana y chilena que entrenan en la ciudad. Para preparar la carrera a pie, el entorno del Miño, con su paseo, la carretera de Ombreiro o la propia Muralla, un Patrimonio Mundial, les encaja a la perfección. Y para la parte de natación, las piscinas de As Pedreiras y Frigsa y las aguas abiertas del río Miño completan el enorme complejo de entrenamiento al aire libre que estos días recorren los jóvenes.
«Hay muchos kilómetros, tanto para bicicleta como para carrera a pie, y eso es una ventaja enorme, porque te permite hacer entrenamientos muy variados. Lo que necesitamos es justo lo que tenemos aquí», explica Prieto. Además, el clima del verano lucense, con temperaturas habitualmente cálidas, pero no soporíferas, es otro punto a favor.
«Aunque estos días hace más calor, el clima es bueno y se presta para que los entrenos puedan comenzar un poco más tarde, algo que a la vez te permite alargar el descanso y así encontrarte mejor», señala Lizeth Rueda. La triatleta mexicana, que ya fue olímpica en natación en larga distancia en Londres, quiere ir a los próximos Juegos de París y para ello trabaja estos días en Lugo. «Es muy padre estar aquí, me gusta la tranquilidad de la ciudad, poder moverte en bici, salir a correr o tener la piscina a poca distancia. Todo es accesible y me encantan las carreteras para salir a rodar, los paisajes están increíbles y los coches te respetan», abunda.
De la misma opinión es Rosa Tapia, una de las mejores del circuito mundial. «Tuve la fortuna de venir también el año pasado y quedé encantada. Hay muchísimas carreteras para rodar, tiene el río, las piscinas. Aquí tenemos todo para practicar el triatlón, y además está muy bonito y la gente es muy educada. Nos respetan mucho como ciclistas, y eso es un plus».
Un potencial desconocido
En el mundo del triatlón son de sobras conocidas las posibilidades que Lugo ofrece para entrenar. Pero su potencial no se limita solo a su deporte. «Muchas veces no valoramos lo que tenemos y los que vienen de fuera se quedan impresionados», razona Carlos Prieto. El hecho de que durante los veranos deportistas de élite y jóvenes promesas conviertan la ciudad amurallada en su base de operaciones es también un reclamo para los aficionados al deporte en general. «Creo que los recursos que hay en Lugo para el deporte y el turismo deportivo son infinitos, un filón para aprovechar. Hay una parte de la población que busca este tipo de lugares, donde practicar deporte y estar tranquilos. Todo el que viene se queda encantado», resume Prieto desde el paraíso del triatlón