Comienza la demolición de la segunda torre de O Garañón en medio de la polémica por la gestión de los residuos

L.G.C. LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Alberto López

La asociación Arcodega sostiene que no se está realizando un correcto tratamiento de los restos y la empresa defiende que cumple la ley

19 jul 2023 . Actualizado a las 19:57 h.

La demolición de O Garañón avanza y ya solo queda en pie una de las dos torres que componían urbanización de Lugo. Pero el derribo del edificio tampoco se libra de la polémica que arrastra desde sus inicios, y ahora es Arcodega, la Asociación Profesional de Recicladores de Residuos de Construcción y Demolición, la que ha alertado de que los trabajos podrían estar incumpliendo la normativa sobre gestión de residuos de demolición. La empresa lo niega y el Concello dice que ya ha pedido un informe al respecto y que no será flexible en esta cuestión.

Explica Benito G. Carril, director de comunicación de la entidad, que en las últimas semanas una empresa asociada, dos constructoras de la provincia y un colectivo empresarial del sector trasladaron a Arcodega dudas sobre cómo se estaba realizando la gestión de los residuos de la demolición, algo reglado por ley. 

El colectivo, explica Carril, realizó durante dos semanas un seguimiento de los trabajos y verificó que no se estaban realizando conforme a la normativa. «A xestión do residuo ten que entregarase a unha planta recicladora ou facerse in situ na obra. Para ser in situ, ten que facerse separación de residuos, extraer os aproveitables e machacalos e mandar a unha planta xestora os que son secundarios». Es decir, «o formigón e o ladrillo poden machacarse para reutilizarse, pero na parcela do Garañón non hai ningunha planta móvil de machaqueo, estase enterrando directamente o residuo desfeito coa pinza. E isto o que implica é facer desaparecer baixo terra a madeira, que sería reaproveitable, igual que o ferro, e sobre todo o material illante químico, que tiña que ser separado do escombro e remitido tamén a un xestor de residuos», describe Carril. 

En O Garañón, según Arcodega, no se está siguiendo esa separación de materiales ni su gestión adecuada (los áridos, tras ser machacados, pueden aprovecharse para recuperar la curva del terreno, los demás tienen que remitirse a gestores autorizados), de ahí que ya hayan puesto en conocimiento de la Policía Autonómica la cuestión para que ellos lo revisen. Explica Carril que «aínda estamos a tempo de que se faga ben na segunda torre, na que ademais hai igual ou incuso máis cantidade de aillante que na primeira». No hay que olvidar que el derribo del Garañón generará una inmensa cantidad de materiales a gestionar. Concretamente, se estimó que el volumen de la demolición abarcará más de 37.796 metros cúbicos. En su día, la empresa encargada de los trabajos mostró su intención de montar en la propia parcela una planta de machaqueo para gestionar los residuos aprovechables.

Tras dar parte a la Policía Autonómica, generalmente el colectivo cursa una denuncia administrativa ante la Xunta para que también tome medidas al respecto. En los trabajos ya hechos, explica el portavoz de Arcodega, lo que habría que hacer ahora es levantar de nuevo todos los restos, procesarlos y remitir los oportunos a plantas gestoras. Así, se cumpliría con la normativa y también con lo contratado por el Concello de Lugo. 

Recuerdan desde el colectivo que este no es un caso aislado y pone en contexto la situación. Recuerdan que el Concello contrató por más de medio millón de euros la demolición de las torres a una empresa viguesa, y que esta subcontrató a su vez el derribo de los dos cascarones a una compañía de grúas de Madrid. «En moitas empresas de fóra de Galicia hai unha nula sensibilización respecto a este tema a pear de que a partir do 1 de xaneiro do 2024 xa será obrigatoria a separación do residuo en obra, a demolición selectiva», abunda Carril. 

Camión cargado de hierros de la obra de O Garañón que irán a un punto de gestión. Al fondo, un contenedor de porexpán
Camión cargado de hierros de la obra de O Garañón que irán a un punto de gestión. Al fondo, un contenedor de porexpán

La empresa defiende que cumple con la normativa

La empresa que ganó el concurso para demoler O Garañón, Xestión Ambiental de Contratas, niega las acusaciones. Explican desde la compañía que no se ha enterrado nada, solo se aprovechó el material que había para hacer rampas, sin mezclar residuos ni contaminar la tierra; que están separando los materiales y que cuando concluya la obra presentarán la documentación en la que consta toda la gestión de los escombros.

Como ejemplo, indican que tienen separado un contenedor con porexpán, y que ya se envió a un punto de gestión; que este mismo miércoles partieron de la parcela dos camiones con hierros para valorizar, que los plásticos están separados en sacos industriales, lo mismo que la basura. También apuntan que salió también en su momento un primer contenedor con restos de madera para reciclar. «Estase separando todo, e ao remate da obra presentaremos toda a documentación».

Hace semanas, la empresa comenzó a tramitar ante la Xunta los permisos para ubicar en la parcela una planta móvil de machaqueo en la que triturar los áridos para luego aprovecharlos, pero la Xunta ha requerido más documentación para autorizarla. Esta planta, por el momento, solo tendría material para un par de días, por lo que tienen que amontonar material.

Hace semanas, la empresa viguesa comenzó a tramitar ante la Xunta de Galicia los permisos para ubicar en la parcela de O Garañón una planta móvil de machaqueo en la que triturar los áridos para luego aprovecharlos, pero la Xunta ha requerido más documentación para autorizarla. Esta planta, por el momento, solo tendría material para un par de días, por lo que tienen que amontonar material.

Por su parte, el Concello de Lugo, promotor de la demolición de forma subsidiaria, ya ha solicitado a la empresa un informe y la alcaldesa avanzó que no serán flexibles con esta cuestión. «Ante as denuncias feitas, dicir dúas cousas: en primeiro lugar, a empresa está obrigada a facer unha boa xestión deses residuos, co protocolo establecido: e en segundo lugar, dende o Concello faremos seguimento dese cumprimento. Xa lle pedimos explicacións á empresa, que nos emitirá un informe para facer o seguimento oportuno e verificar que se fai como se debe», dijo Lara Méndez.

La regidora añadió que si no se están siguiendo las prácticas adecuadas, «estaremos en disposición de obrigarlle a facer unha boa xestión de residuos. A empresa xa nos trasladou que o está facendo correctamente. Faremos ese seguimento. Nós queremos derrubar o Garañón e convertilo en zona verde, pero ten que cumprirse toda a normativa».