Decenas de paisajes se esconden en la Catedral de Lugo: este es el día adecuado para descubrirlos

LUGO CIUDAD









Una investigación inédita del director del museo catedralicio llegará al Congreso del Comité Español de Historia del Arte, pero antes se mostrará a los lucenses, con una visita esta tarde
26 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.La Catedral de Lugo está considerada Patrimonio Mundial. Un espacio único que alberga en su interior una vastísima riqueza artística. «La gente no conoce el valiosísimo arte que tenemos aquí», se lamenta Marcos Calles, director del Museo Diocesano Catedralicio. Este doctor en Historia, Geografía e Historia del Arte destinó más de año y medio de trabajo a investigar el uso del paisaje en la catedral lucense, y el resultado de ese trabajo, que él mismo define como «pionero», ha tenido premio.
Calles presentará su investigación en una comunicación del Congreso del Comité Español de Historia del Arte el próximo día 12 en Madrid, pero antes, hoy a las 17.30 horas, presentará sus conclusiones a los lucenses y visitantes que quieran conocerlos. Hoy dirigirá una actividad de divulgación del patrimonio enseñando parte de las decenas de paisajes que adornan y acompañan el arte que alberga la catedral. Los interesados pueden reservar plaza llamando al 683 166 703.
¿Dónde se encuentran todos esos paisajes?
Decenas de paisajes se suceden a lo largo y ancho de la Catedral de Lugo y sobre todo tipo de superficies. Sobre madera, en relieves, óleos, alabastro o incluso en trabajos de orfebrería en plata. Uno puede encontrarse con el monte Gólgota visto (o interpretado) desde el siglo XVII o con la Galicia rural sobre la que interpretaban a Santiago Apóstol un par de cientos de años después. Y todo, gracias a la pericia, el conocimiento, y quizás también la imaginación, de los artistas. Algunos reputados y otros anónimos.
«Todos los paisajes servían para abrir ventanas y contextualizar, para dar fuerza a las imágenes. El uso generalizado del paisaje en el arte se oficializó con la Escuela Veneciana, con Giordano y Da Vinci, para contextualizar, y en la Catedral de Lugo vemos que se usó el paisaje de forma masiva», explica Marcos Calles. Era una forma de evangelizar y también de formar a la sociedad, además de abrir ventanas al pétreo edificio.

En el altar mayor de la Catedral, sin ir más lejos, uno puede vislumbrar territorios de Eurasia. En las llamadas prefiguraciones eucarísticas se observan pinturas que narran la recogida del maná de Moisés, obra de José Terán en el siglo XVIII. «Es muy raro encontrarlas en un altar mayor, pero eso tiene que ver con el privilegio de la exposición permanente del Santísimo que hay en Lugo», describe Calles.
En la capilla del Pilar es fácil asombrarse con el retablo que Manuel de Luaces hizo a principios del siglo XIX. Un retablo presidido por un cristo crucificado incrustado sobre una pintura que recrea el monte Gólgota con la ciudad de Jerusalén al fondo. Un trabajo asombroso en el que se demuestra cómo el paisaje aporta contexto a la obra y la refuerza.

El coro de la Catedral de Lugo, obra de Francisco de Moure en el siglo XVIII, es una de las joyas de la corona de la Catedral Lucense. Construido en madera de nogal, en él se recrean infinidad de escenas. Una de ellas es la expulsión del paraíso, en la que uno se encuentra palmeras con dátiles y montañas. Otra de sus piezas es San Juan Bautista en Betania. Aquí, el santo, vestido con piel de camello, se rodea de un paisaje con rocas y árboles.
Sobre el coro, también uno puede zambullirse en paisajes de Egipto y Oriente Medio a través de las pinturas de Marcos de Torres, de finales del siglo XVI en las que se recogen escenas del antiguo testamento.

En la capilla de San Froilán, coronando el retablo de Manuel de Luaces de finales del siglo XVIII, uno puede encontrarse con un relieve muy especial. En él se observa al santo orando en un lugar identificado: al lado de la capilla de Valdorria, en León, con el pueblo de fondo.
El número de paisajes que se encuentran en la Catedral de Lugo es inmenso. Por el contenido religioso, muchos de los paisajes que se observan tienen Oriente como referencia, pero no todos. En un cuadro cuyo autor se desconoce se ve, por ejemplo, a Santiago peregrinando en un espacio que es Galicia. Algunos estudiosos incluso sospechan que podría ser Lugo. Y así, una tras otra, cientos de piezas artísticas abren al mundo ventanas en el templo lucense.