Marta Vidal, escritora de Lugo: «Que no nos vendan la moto, los 50 no son los nuevos 30»

CANDELA F. ROLDÁN LUGO/ LA VOZ

LUGO CIUDAD

Marta Vidal, autora de «Sigo putoflipando».
Marta Vidal, autora de «Sigo putoflipando». CEDIDA

La autora acaba de publicar «Sigo putoflipando», la historia de una madre de 50 años con una hija adolescente

13 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La escritora y docente lucense Marta Vidal acaba de publicar «Sigo putoflipando», la segunda parte de su novela «Una madre que lo putoflipa», que ya está disponible en Amazon, y en tiendas físicas a finales de mes. La autora emplea sus vivencias como madre de una adolescente a partir de los 50 años, según ella, una década muy olvidada en la que las mujeres experiementan grandes cambios, considerados «tabú en la sociedad».

—¿Qué se van a encontrar los lectores en esta segunda parte?

—Continúa la historia de Maloles, una madre de 50 años que está en el paro y con una hija adolescente con las hormonas totalmente revolucionadas. Ella se intenta buscar la vida de todas las formas posibles, y a la vez intenta integrarse en el mundo de su hija. Está escrito en clave de humor y deshaciendo el mito de que los 50 son los nuevos 30, porque muchas veces nos venden esa moto, y no es cierto.

—¿Qué pasa a partir de los 50?

—De todo, lo que pasa es que casi no se habla de ello. Existe más crisis de los 50 que de los 40, porque es la edad a la que empiezas a experimentar más cambios físicos. Mi abuela siempre me decía que esta década era clave en la vida de una mujer, y es cierto, porque llega la menopausausia, y con ella vivimos muchísimos cambios de los que se habla muy poco, quizás por haber sido considerado siempre un tema tabú.

—Y, ¿por qué lo «putoflipa» Maloles?

—Por lo mismo que lo hago yo y muchas más madres de mi edad. Adentrarse en el mundo de los adolescentes es complicado, para empezar por el porpio vocabulario que emplean. Esta expresión de «lo putoflipas» empecé a escuchársela mucho a mi hija y a sus compañeros, así que decidí buscarla en la RAE, y ahí me di cuenta de que acepta esta palabra como prefijo con un uso coloquial. Es una coletilla muy ilustrativa, porque la pobre Maloles no deja de alucinar, o de «putoflipar» como dicen ellos, con las cosas que se le presentan.

—¿Cómo es la maternidad a los 50, cambia en relación a los 30 o a los 40?

—Muchísimo, porque empiezas a estar mucho más cansada y tienes menos paciencia y menos calma. Por mucho que nos digan, no tienes la misma vitalidad que una madre joven. Claro que existen casos excepcionales, pero los años no solo van acompañados de experiencia. Con esto no quiero decir que una mujer no debería ser madre mayor, pero es necesario que alguien les diga que sí, va a ser más duro.