¿Por qué Lugo, Ourense y Ferrol no son lugares atractivos para los mir?

Susana Aldecoa MÉDICA ESPECIALISTA EN MEDICINA FAMILIAR Y COMUNITARIA TUTORA MIR. VICEPRESIDENTA DE SEMFYC (SOCIEDAD ESPAÑOLA DE MEDICINA DE FAMILIA Y COMUNITARIA)

LUGO CIUDAD

María Pedreda

11 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Por si el debate sobre la situación de Atención Primaria no fuera suficientemente ruidoso, se añade un nuevo (viejo) barullo. La noticia fue que Galicia lidera las plazas mir vacantes, con 39 de las 202 que quedaron sin adjudicar en todo el Estado. Yo prefiero destacar otro hecho: Galicia se mantuvo líder como destino durante los 12 primeros días de los 20 de elección.

Esta situación se repite desde hace años. Este año Galicia aumentó exageradamente el número de plazas: 14 %, frente al 4 % de media del resto del Estado. Ofertó una plaza por cada 13.000 habitantes, muy por encima de la media española, de 1/19.000. Por comparar, Madrid ofreció 1/31.000 y Cataluña 1/23.000.

¿Era conveniente tal incremento? Hay que analizar la necesidad y la capacidad docente. Cierto que faltan médicos de familia y que las jubilaciones van en cascada, pero no menos cierto que desde hace años los nuevos especialistas abandonan las áreas donde se forman en busca de mejores contrataciones, condiciones laborales y oportunidades profesionales. Mientras no se aborden los imprescindibles cambios de modelo, de gestión y de financiación, estamos haciendo un esfuerzo baldío, nosotros formamos, ellos se marchan.

Por otra parte para ofertar tal incremento de plazas, fue necesario acreditar un gran número de tutores y centros docentes, y lamentablemente no todas las plazas cumplen criterios de calidad docente si son analizadas con el rigor imprescindible, ni responden a criterios de interés de los candidatos.

¿Y qué les lleva a decidirse por una plaza? Las preguntas que más circularon por los wasaps que compartieron residentes actuales y aspirantes se referían a las condiciones laborales y formativas, al clima laboral, al hospital de referencia, a las condiciones de las guardias, al grado de supervisión, y a la calidad de vida de la localidad. Cabe preguntarse entonces si el aumento de plazas en Lugo, Ourense y Ferrol, áreas donde quedaron las plazas descubiertas, responden a la capacidad docente real de estas áreas, si se acometió alguna medida de incentivación para zonas geográficas menos atractivas y si la situación de los hospitales de referencia y la capacidad de tutorización en rotaciones y guardias es la deseable. Me temo que ahí tenemos las diferencias en la elección de plazas entre las unidades docentes de Galicia.

Las unidades docentes son claves en la captación de residentes. Los aspirantes se interesan por la implicación de centros y tutores en salud comunitaria, las técnicas y habilidades que podrán adquirir (me refiero a cirugía menor, ecografía, infiltraciones, etcétera) y por la capacidad investigadora, cuestiones cuidadas de diferente forma en cada unidad docente.

El fiasco de la elección mir en la Galicia rural es un reflejo de los problemas de la Atención Primaria, y se soluciona con idénticas medidas: financiación, gestión y organización adaptadas a los tiempos.