El acusado de abusar de un adolescente de 14 años en Lugo: «Quedamos para tener sexo, pero al final no pasó nada»

André Siso Zapata
André S. Zapata LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

El acusado, entrando a la Audiencia Provincial en la mañana de este martes.
El acusado, entrando a la Audiencia Provincial en la mañana de este martes. La Voz

El procesado, que lleva un año en prisión preventiva, y la víctima se conocieron a través de una aplicación de citas que exige al usuario ser mayor de edad. «Nunca sospeché que fuese menor», insistió el hombre en el juicio

25 abr 2023 . Actualizado a las 15:37 h.

Era el mes de febrero del año 2022 cuando un hombre y un adolescente lucenses quedaron en un aparcamiento del centro de la ciudad a través de una aplicación de citas. Ninguno se conocía en persona, solamente habían chateado. El encuentro se produjo a media tarde, cuando el hombre recogió al chico en coche. Según la Fiscalía y la acusación particular, entonces se produjo un encuentro sexual en el que el mayor agredió al menor, de solamente 14 años de edad, que terminaría denunciando los hechos días después.

El proceso llegó a juicio este martes. El acusado entró a la Audiencia Provincial escoltado por la Guardia Civil, ya que fue arrestado poco después de los hechos y ha estado en prisión preventiva hasta ahora. La Fiscalía pide 10 años de cárcel para él por un presunto delito de agresión sexual a menor de 16 años, además de una multa de 10.000 euros. La acusación pide 30.000.

«La aplicación solo te deja registrarte si dices que eres mayor de edad, así que yo no tenía motivos para sospechar que era menor»

La sesión comenzó con la declaración del acusado, que negó tajantemente los hechos que se le imputan. Dio por bueno parte del relato de la Fiscalía, pero solo en lo tocante al contexto de la situación. Admitió haber conocido al denunciante, que por entonces tenía 13 años, a través de Grindr, una aplicación de citas especializada en relaciones homosexuales entre varones. 

«Nos conocimos por la aplicación y empezamos a hablar. Mantuvimos una conversación de carácter sexual y concertamos un encuentro. Yo le envié una foto de mi miembro y él a mí de su trasero. No nos conocíamos las caras. La aplicación solo te deja registrarte si dices que eres mayor de edad, así que yo no tenía motivos para sospechar que era menor», arrancó diciendo el procesado. Y es que, según su versión, no había ningún indicativo que le hiciese pensar que podía estar hablando con un chico de 13 años. «Quedamos para tener sexo casual, pero al final no pasó nada», le dijo al tribunal.

Entonces, llegó el día del encuentro. El acusado afirma que la presunta víctima, aquella tarde, «llegó y se metió en el coche por la puerta del copiloto». No pudo verle el cuerpo o la cara, ya que «llevaba mascarilla y abrigo», algo que el procesado cree que justifica que «no pensase en ningún momento que podía tener menos de 18 años».

No le vio la cara porque llevaba mascarilla

Entonces, se fueron «a un lugar más apartado», donde se suponía que iban a mantener relaciones. Pero, según el acusado, no fue así. «Nos pasamos a los asientos de atrás. Él cogió su móvil y se puso a mandar mensajes. Yo estaba allí esperando a que terminase cuando vi que había unas chicas que estaban mirando hacia nosotros. Le pregunté si las conocía y no me contestó claramente. Luego, nos empezamos a tocar, pero cada uno a sí mismo, por encima de la ropa. A los pocos minutos, paramos, porque no parecía que fuese a pasar nada más. No era lo que esperaba, la verdad. Entonces paramos y terminó ahí la cosa», explicó el acusado. Terminó su turno de palabra afirmando que, «si supiera que era menor, no hubiera quedado con él, evidentemente».

Fue detenido en su casa poco después de la denuncia. «No borré ni las conversaciones que tuve con él porque no tengo nada que ocultar. Es más, fui yo el que aportó las fotos y los chats a la policía», insistió el procesado.

La presunta víctima: «No sabía muy bien qué pensar, pero yo no tenía intención de tener sexo con nadie»

La víctima no declaró este martes en la Audiencia Provincial. En su lugar, se reprodujo en vídeo la grabación de su testimonio en fase de instrucción. En las imágenes, se puede escuchar al joven contando una versión muy similar a la que sostienen la Fiscalía y la acusación particular. Coincidió con el arrestado en que, efectivamente, se conocieron a través de Grindr, donde el joven se había registrado a pesar de ser menor de edad, algo en teoría prohibido por la aplicación. 

En su testimonio, el chico afirmó que «no quería encontrar a hombres con los que mantener relaciones sexuales», ya que «todavía no he sentido la necesidad de hacer esas cosas», sino que se sentía «solo» y buscaba a hombres que le diesen «amor y cariño»

Así fue como empezaron a hablar a través de la aplicación. Después de unos días, se intercambiaron imágenes. El acusado le envió una foto de su miembro, mientras que el chico le mandó una de su trasero. Aun así, el denunciante no pensó que pudiese haber una finalidad sexual detrás de la conversación. «No sabía muy bien qué pensar, pero yo no tenía intención de tener sexo con nadie», le dijo al juez de instrucción. 

El día del encuentro, afirmó que se introdujo en el coche del acusado, que lo llevó «a un lugar apartado» que él no conocía. «Luego, me dijo que nos pasásemos al asiento de atrás. Yo había avisado a unas amigas para que viniesen a vigilar que todo iba bien, porque había visto en las noticias que a veces pasan cosas malas en este tipo de situaciones y quería estar seguro», afirmó. Una vez en la parte trasera, el adolescente afirmó que el acusado lo «agarró del pelo» y le pidió «que le hiciese una felación». «Yo estaba en shock y no sabía qué hacer. Tampoco le dije nada. Solo hice que no podía seguir y paramos», alegó.

Cuando terminó la relación, ambos se marcharon por separado. Unos días después, el joven acudió a comisaría a denunciar los hechos y el procesado fue arrestado.