Nicolás Susena: «El matrimonio es una carrera de fondo y solo hace falta cuidarlo para que no muera»
LUGO CIUDAD

El Centro de Orientación Familiar Diocesano (COF) de Lugo, ubicado ahora en la Ronda da Muralla, presta servicio psicológico a más de 200 familias
18 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.El Centro de Orientación Familiar Diocesano (COF) de Lugo nació hace diez años con el objetivo de ofrecer ayuda psicológica a todo aquel que la necesitase. En especial, a las familias con problemas matrimoniales, ya que, como indica el propio director del centro, Nicolás Susena, «el matrimonio y el amor es una carrera de fondo y solo hace falta cuidarlo para que no muera», asegura.
El COF, que ya ha atendido en Lugo y su provincia a más de 5.000 personas en todas sus áreas de intervención, ha decido cambiar de ubicación para ampliar sus servicios y centralizar sus cuidados en el centro María Josefa, la antigua casa de las Siervas de Jesús, en el número 43 de la Ronda da Muralla.
El centro cuenta con cinco psicólogos que atienden a un total de 200 familias de toda la provincia, en especial de Monforte, Chantada, A Fonsagrada y Castroverde, tanto de forma presencial como online. «Trabajamos con profesionales con la mente abierta a la trascendencia porque la mayoría de gente que acude a nosotros es creyente, aunque no es un factor determinante, acogemos a todo el mundo», dice el director.

Y es que el COF ofrece un servicio de atención psicológica familiar gratuito, abierto a donaciones. «Cada vez recurre más gente a nosotros porque los servicios de salud pública tardan mucho tiempo en dar cita y no todo el mundo tiene los recursos suficientes para pagar un psicólogo», afirma Nicolás Susena, que suele ser el primero en charlar con los pacientes, en su mayoría derivados por Cáritas.
Sus terapias se centran, principalmente, en la vida relacional de los matrimonios, con especial atención a la comunicación y al diálogo, a la vida sexual, a la fertilidad y a la acogida de la vida. «Las parejas cada vez pasan menos tiempo juntas y el amor no se cuida mucho, ese es el principal motivo por el que se deshacen, pero si hay ganas, hay soluciones», dice el diácono.
«Mi marido y yo llevamos cuatro meses en terapia y ya vemos resultados»
María, de 33 años, lleva casada con su marido desde hace diez, y desde hace un tiempo, ambos tenían problemas de comunicación que no eran capaces de resolver por si mismos. «Antes de ir, solía contarle mis cosas al sacerdote de la parroquia, que nos derivó al COF hace cuatro meses, y ya vemos resultados positivos», sostiene.
Esta usuaria acude junto a su pareja al centro cada quince días, y allí reciben una terapia conjunta y otra individual. «Ahora hacemos más cosas juntos y tenemos un diálogo más fluido», dice María, que cree que es importante seguir intentándolo y no rendirse a la primera de cambio.
El centro María Josefa: un edificio con historia
Los integrantes del COF, que lleva apenas un mes instalado en el centro María Josefa, todavía continúan rehabilitando sus salas con el objetivo de que convivan allí la Fundación COF diocesano de Lugo y parte de las actividades de los colegios diocesanos, ya que el edificio cuenta con tres plantas.
Esta era la antigua casa de las Siervas de Jesús, el lugar que acogió a las monjas en la ciudad hasta el año 2016, cuando se trasladaron a Madrid. «Ellas trabajaban desde aquí y ayudaban a los más mayores en los cuidados personales y del hogar. Nosotros mantendremos su cometido, porque queremos seguir ayudando a las familias», dice Nicolás Susena.

La casa tiene detrás un edificio unido de cuatro plantas con un jardín, que era donde se hospedaban las monjas. Ahora, el siguiente movimiento será crear aulas formativas en lo que eran las habitaciones. Además, el COF mantendrá la capilla que se encuentra en el interior para la Diócesis.
«Queremos aprovechar la parte de atrás, que era un antiguo gallinero, para hacer una huerta en la que trabajen los pequeños, darle un giro social. Estamos muy animados, poco a poco, esto va cogiendo forma», concluye el director del COF.