Así se preparan los Bomberos de Lugo para excarcelar: «Requiere gran profesionalización, están en juego vidas»

Lorena García Calvo
Lorena García Calvo LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Los últimos doce efectivos que se incorporaron al servicio hicieron una formación inicial para intervenir en accidentes

03 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Ser eficientes, resolutivos y rápidos. Eso es lo que los bomberos del parque municipal de Lugo persiguen cada vez que suena un aviso y les reclaman para intervenir en un accidente de circulación. Buena parte de estas intervenciones conllevan excarcelar a víctimas en situaciones más o menos delicadas, y ahí no hay margen para el error. «Es una de las principales intervenciones que hacemos, junto con los incendios, y es de las que requiere mayor profesionalización porque están en juego vidas», explica Miguel López, jefe de bomberos del parque lucense.

Para conseguir que todos los bomberos, sobre todo los nuevos, tengan interiorizado qué hacer en cada situación, en el parque de Lugo llevaron a cabo hace unos días una formación específica en la que los últimos doce efectivos incorporados practicaron con supuestos reales siguiendo los consejos de un experimentado formador. Para hacerlo, trabajaron con coches accidentados que el desguace Sidegal les ha cedido para realizar prácticas, y el plan es que periódicamente tanto los nuevos como el resto de integrantes del servicio ensayen con vehículos siniestrados. «Gracias a la colaboración desinteresada de Sidegal, que nos ha cedido los vehículos, será posible mejorar nuestras técnicas de intervención en accidentes de tráfico, y eso es importantísimo», señala López.

Pero, ¿cómo se prepara un bombero para intervenir en excarcelaciones? El protocolo es claro. Nada más llegar a la zona de intervención, las dotaciones han de ubicar correctamente los vehículos para proteger la zona del accidente. A partir de ahí hay que tener en cuenta conceptos básicos, como el corte de las baterías para evitar posibles incendios. En caso de que ya hubiese fuego, lo primero sería extinguirlo.

Una vez cumplidas estas dos premisas, los bomberos proceden a estabilizar los coches para que durante la excarcelación no se produzca ningún movimiento que pueda implicar riesgo ni para las víctimas ni para el operativo. En este punto, los bomberos utilizan material específico para asegurar los coches involucrados.

El cuarto paso —todo va a una velocidad de vértigo — es abordar el coche, y para ello echan mano de herramientas de corte y separación con las que crean accesos seguros para acceder a la víctima. Separadores hidráulicos, cizallas o tijeras hidráulicas son fundamentales. Una parte importante en una excarcelación es saber por dónde ha de extraerse a los ocupantes del vehículo. La situación en la que este quede será la que marcará por dónde intervenir para extraer a la víctima. Ese será ya el último paso de la excarcelación, sacar del coche o camión a los ocupantes y colaborar con los servicios sanitarios para que estos tomen asuman su cuidado.

«No todos los accidentes son iguales, cada intervención depende de muchos factores, como el estado en el que está el vehículo, el número de vehículos implicados y hasta cuestiones como si se trata de un coche eléctrico. Estos tienen nuevos riesgos porque hay que tener en cuenta conceptos vinculados con la alta tensión para no correr riesgos», describe López.

La mayor parte de las colisiones que se encuentran los bomberos de Lugo son accidentes frontolaterales en los que chocan vehículos que circulan en sentidos opuestos, pero también hay choques en los que el coche o camión queda de forma lateral, hay vuelcos totales o a veces queda un coche sobre otro, con la exigencia de estabilizar conjuntamente. Cada situación es un mundo, y de ahí la necesidad de que los nuevos bomberos practiquen antes de enfrentarse a los casos reales. Cuando llegue el momento no habrá tiempo que perder.

Así se organizan

«A un accidente de tráfico suele acudir una dotación con seis personas, un número que se podría incrementar con las nuevas incorporaciones», adelanta el jefe de bomberos de Lugo. Entre los doce compañeros interinos que se han incorporado al servicio en enero, hay gente que llega de otros parques pero también gente que no tiene experiencia. De ahí que la formación inicial sea tan importante, antes de que se incorporen en los turnos.

«Lo que estamos haciendo con la gente de nuevo ingreso es un proceso de formación. Ya hicieron una semana de contra incendios en Seganosa, ahora los rescates en accidentes de tráfico, luego un curso específico de rescate en altura y más tarde uno integral de riesgo eléctrico, apertura de accesos, puertas y ventanas y uso de herramientas manuales». Una formación inicial para que, cuando les toque intervenir, ya tengan interiorizados los escenarios que se pueden encontrar y cómo responder. En un trabajo como el suyo no hay margen para errar.

Lugo tiene doce nuevos bomberos con plaza fija

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«Hoxe o casco parece máis lixeiro», dice metafóricamente y entre sonrisas uno de los doce bomberos que este viernes prometieron o juraron su cargo como nuevos bomberos-conductores con plaza fija en el parque de Lugo.

El 11 de enero del 2022 iniciaron el proceso de oposición y casi doce meses después, en el penúltimo día del año, firmaron su plaza. Por medio dejan una criba durísima que les ha puesto a prueba en muchos sentidos pero que ha concluido con doce sueños cumplidos. «Isto é vocacional, se non o fose, non aguantarías», coinciden.

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