«Parecíamos criminales, escondiéndonos para dar de beber a dos perros moribundos»

María Guntín
María Guntín LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

La veterinaria Rebeca Corral con Bimbo y Lolo.
La veterinaria Rebeca Corral con Bimbo y Lolo.

Los vecinos que evitaron que Bimbo y Lolo, abandonados en un club de alterne de Lugo y que ahora buscan adopción, muriesen de hambre y sed cuentan la odisea

26 ene 2023 . Actualizado a las 18:23 h.

Los vecinos de O Saviñao son los responsables de que Bimbo y Lola no muriesen de sed y hambre. Dejados a su suerte en un reducido patio de un club de alterne en la zona sur de Lugo, se encargaron de alimentarlos y darles de beber durante meses. «Siempre estaban de pie apoyados la reja. Un día paramos y vimos toda la basura que había, les llevamos agua y al meter la botella entre las rejas, se pusieron como locos a chupar. Estaban muertos de sed», explican.

Aunque querían dejarles un recipiente con pienso, no había sitio entre tanta basura. «Les metíamos bolsas con pienso y hubo quien enganchó una tina con alambres, pero al cabo de unos días apareció tirada», relatan. Lo que tienen claro los vecinos es que los animales habrían muerto de no haber intervenido.

Sin embargo, no fue fácil. Una cámara en la fachada del club de alterne apuntaba directamente hacia ellos y no sabían si quedaría registrado lo que hacían: «A alguien no le interesaba que esos animales siguiesen vivos».

Finalmente, Seprona intervino y Bimbo y Lola fueron a parar a la protectora de Friol hace más de un año. Lo curioso es que los vecinos, que preguntaron varias veces en el Concello de O Saviñao, no supieron de su paradero hasta que La Voz publicó su historia. «Llegamos a creer que los habían matado por nuestra culpa, fue horrible que nadie nos dijese nada», aseguran. Ahora, sienten que todo mereció la pena y esperan que los canes encuentren un buen hogar.

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Bimbo y Lola esperan ser adoptados

Bimbo y Lola tendrán un final feliz. La veterinaria que los rescató y ahora tiene en la protectora Adopta Friol, Rebeca Corral, busca un hogar estable para ellos después de más de un año viviendo en el refugio. La adopción, cuenta Corral, no tiene que ser conjunta y espera que llegue cuanto antes.

Además, la historia de estos dos perros dio un giro inesperado hace dos meses, cuando casi son forzados a volver con el hombre que los tenía solos, repletos de basura y sin comida ni agua en el patio de un club de alterne.

Desde la delegación territorial de Medio Ambiente de la Xunta en Lugo presionaron a la protectora friolense para que los entregase, pero la veterinaria se negó al considerar que los animales no podían volver con el hombre que los había dejado en la estacada y que además había sido investigado y denunciado por un presunto delito de maltrato animal. El caso traspasó las fronteras lucenses y gallegas y hasta el Colegio de Veterinarios de Lugo se posicionó a favor de Corral calificando las presiones contra una colegiada como algo inadmisible y denunciable.