Las amistades peligrosas

Luis Latorre

LUGO CIUDAD

26 ene 2023 . Actualizado a las 09:28 h.

La polémica levantada en torno a la cena del grupo de amigos vinculados a la Federación de Vecinos en que se pedía explícitamente el voto para la actual alcaldesa, Lara Méndez no es un tema menor.

Hay dos factores a estudiar con calma: el legal y el moral. Empezando por el final, parece de difícil justificación que una entidad privada, apolítica sobre el papel pero que siempre ha jugado a toda cuanta baraja hay —siempre que el crupier reparta subvenciones, claro está—, se decante por una opción y se meta en un barrizal de complicada salida y cuyas consecuencias reales aún no sabemos. Pero eso es un tema interno suyo y de sus asociados, allá ellos.

Otro asunto es la presencia y complicidad de la alcaldesa y varios concejales del gobierno, que eso ya nos atañe a todos, y más aún si la cena se pagó con nuestro dinero.

Legalmente la cosa es diferente. Pedir el voto antes de la campaña electoral es ilegal. Hacerlo en una cuchipanda pagada con dinero público es aún más grave.

A pesar de que el delito de malversación esté de saldo, parece que habrá que aclarar si, como dijo el señor Vázquez, la cena la pagó la Alcaldesa, es decir, nosotros, o como afirmó esta eso es mentira y no sabemos quién la pagó.

En todo caso parece que si lo hizo la Federación fue a cargo de las muchas subvenciones que recibe, es decir, nosotros otra vez.

Hay diferencia, sí, pero como la que existe entre delfines y marsopas, no la que hay entre elefantes y murciélagos.

Supongo que la Fiscalía actuará de oficio para aclarar quién abonó la factura y de dónde salió el dinero.

Parece indiscutible que sobre este asunto han mentido descaradamente.

Aquí no hay sesgos o tergiversaciones, hay trolas de primer orden que se resolverán, porque hay grabaciones que demuestran quiénes son los embusteros... y saldrán.