Marcos García ha puesto en marcha un negocio junto a la Catedral que apostará por el pop y el rock
10 ene 2023 . Actualizado a las 14:03 h.«Casi no quedan locales en los que escuchar buena música», proclama Marcos García cuando se le pregunta por qué ha abierto la Santa Sede. Tras cuarenta años en el mundo de la noche y la hostelería, el empresario, que hace menos de un año ponía en marcha otros dos locales en la ciudad, ha puesto en marcha un pub ubicado al lado de la Catedral de Lugo en la que la protagonista será la música, siempre que no sea reguetón.
«Este proyecto surge porque me resisto a salir de copas con los amigos y no escuchar buena música. La gente me demandaba montar un local como los que tuve toda la vida, con música pop, rock, de los 80 y 90 o actual. Estamos cansados de tanto reguetón», explica el empresario.
El Santa Sede, que juega con el nombre del local por su entorno y por la sed, abrió el día de Reyes como regalo para los lucenses «a los que nos gusta la buena música». Por el momento abrirá los viernes y sábados de 12 de la noche a 4:30 de la madrugada, pero tras la Semana Santa, a medida que llegue el buen tiempo, la intención de hostelero es ampliar el horario y el concepto. «La idea es alargar el horario al tardeo y abrir todos los días porque a medida que se aproxime la primavera, habrá más gente y más turistas. Estamos en una zona privilegiada, así que la idea es montar una terracita en el soportal, como un café-pub en primavera verano. En invierno poner mesas fuera no tiene mucho sentido».
El establecimiento se encuentra en plenos soportales, en un local que en su día abrió bajo el nombre de La Fábrica de Chocolate, en referencia a que allí había estado instalada una empresa de chocolates. Más tarde fue el Zinema, y ahora Santa Sede toma el relevo. «Está en un entorno privilegiado porque está a medio camino de la zona de vinos y de copas», indica Marcos, y además ese es un punto constante de paso de turistas y peregrinos.
Marcos confía en que su nuevo local se haga un sitio rápido en la noche lucense, y lo cierto es que sabe de lo que habla. Ha dedicado toda su vida a la hostelería nocturna y reconoce que es algo que le ha enganchado. Ahora mismo gestiona un local en Campo Castelo, Dime que me quieres y el restaurante Galo, y en su historial ya hay otros «siete u ocho». Toda una vida.