La oposición que duró un año: Lugo tiene 12 nuevos bomberos con plaza

Lorena García Calvo
Lorena García Calvo LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

«Hoxe o casco parece máis lixeiro», explican. Algunos han cerrado empresas o pedido excedencias para poder optar al puesto

30 dic 2022 . Actualizado a las 19:03 h.

«Hoxe o casco parece máis lixeiro», dice metafóricamente y entre sonrisas uno de los doce bomberos que este viernes prometieron o juraron su cargo como nuevos bomberos-conductores con plaza fija en el parque de Lugo.

El 11 de enero del 2022 iniciaron el proceso de oposición y casi doce meses después, en el penúltimo día del año, firmaron su plaza. Por medio dejan una criba durísima que les ha puesto a prueba en muchos sentidos pero que ha concluido con doce sueños cumplidos. «Isto é vocacional, se non o fose, non aguantarías», coinciden.

Cuando el Concello de Lugo convocó las doce plazas fijas del parque de Garabolos, fueron más de un centenar los aspirantes que se presentaron llegados de toda Galicia. Entre ellos, la docena de interinos que ya trabajaban a las órdenes del sargento Miguel López desde hacía tres años y que aspiraban a conseguir (y lo lograron) un puesto en propiedad. Pero hacerse con una de esas vacantes es extremadamente complicado.

«É unha carreira de fondo. Aquí hai xente que estivo preto de vinte anos preparándose e opositando ata conseguir a praza», explican.

Cada casuística es un mundo, aunque el trasfondo es similar. Entre los nuevos bomberos de Lugo hay quien cerró su empresa para preparar a fondo la oposición, quien cogió una excedencia, quien abandonó la pelea y la retomó lustros más tarde... «A media de tempo preparándoa poden ser cinco ou seis anos», describen, aunque para muchos de ellos el camino ha sido mucho más largo.

«Es mucho esfuerzo, mucho dinero en formación, en carnés, en preparación...». Por el camino se han quedado muchos compañeros que aspiraban a vestir el casco y que desistieron y optaron por otras profesiones. «Muchos terminan presentándose a las oposiciones de la Policía Local, la Nacional o la Guardia Civil. Esta es la más exigente, con diferencia. Un agente de la Local puede estar cuatro meses desde que arranca el proceso, el nuestro ha durado un año», apuntan.

Méndez, charlando con algunos de los nuevos efectivos
Méndez, charlando con algunos de los nuevos efectivos ALBERTO LÓPEZ

El problema del temario

La mayoría de los nuevos bomberos fijos, cada vez que se convocaba una plaza en alguna ciudad, se presentaban, pero ahí se daban de bruces con la otra realidad. Cada administración tiene potestad para diseñar su oposición, por lo que ni los temarios ni las exigencias físicas coinciden.

«No hay un temario unificado, así que tienes que prepararlo todo», se lamentan. De hecho, entre la oposición que ya tuvieron que superar en Lugo hace tres años para acceder como interinos y la de ahora también hay cambios importantes.

Aunque la exigencia física de la oposición es brutal, los que superaron el proceso tienen claro que «donde se marcan las diferencias es en la teoría». Pero esa criba es solo el principio.

«O segundo bloque é a parte física, con carreira, natación e unha proba combinada. Logo na práctica eran outras seis probas, como subir unha autoescaleira, claustrofobia dentro do labirinto de fumes, recoñecemento de materiais, nós, tendido de mangueiras, supostos teórico-prácticos...», enumeran. Y, por si esto fuese poco, la parte psicotécnica y el reconocimiento médico. «E en todo tes que ser apto. Unha lesión casual o día antes do recoñecemento, e con todo aprobado quedas fóra», cuentan.

La gestión emocional

Ninguno de los nuevos bomberos oculta que la parte más difícil de gestionar durante el último año ha sido la emocional. «Ter a cabeza centrada durante todo o proceso é o máis duro. Son moitos días en tensión, sabes que un pequeno matiz ou un bloqueo te deixa fóra». Durante los últimos doce meses, los doce hombres vivieron, de alguna manera, en el alambre de la exigencia. De tener que estar al 100 %, aunque esto es algo a lo que ya están habituados por su trabajo.

«É un ano de presión absoluta, a xestión emocional é difícil en moitos momentos porque xogas o traballo de moito tempo», insisten.

Pero esa tensión extrema pasó ayer a ser un recuerdo y fue sustituida por sonrisas, abrazos y mucho alivio. «Agora xa traballas diferente, coa tranquilidade de saber que, se tes un percance, ao día seguinte non tes que someterte a unha proba».

Un grupo ya formado

La sonrisa que lucía en los rostros de los nuevos funcionarios se reflejaba también en la del sargento López. «Para nosotros es una noticia tremenda que todos hayan conseguido su plaza y es una ventaja enorme porque ya son chicos que opositaron en su día y que llevan tres años trabajando con nosotros».

El sargento de los bomberos lucenses, Miguel López
El sargento de los bomberos lucenses, Miguel López ALBERTO LÓPEZ

Pero las buenas noticias no se detienen ahí para el parque de bomberos de Lugo. En las primeras semanas de enero se incorporarán doce nuevos bomberos, esta vez interinos, que harán que por primera vez el servicio cuente con el 100 % de los puestos del parque.

«Foi unha oposición longuísima, todo un ano. Por causa dos casos de covid tivemos que suspendela varias veces, pero por fin está resolta e temos tamén unha lista da que tirar. Nos próximos días incorporaremos outros doce efectivos como interinos e acadaremos os 56, que son os efectivos contemplados na RPT», indica la concejala Paula Alvarellos, responsable de la parte de personal.

Desde León a Fene pasando por Guntín o la ciudad

Los doce nuevos bomberos con plaza fija del parque de Lugo llegan de diversos puntos de Galicia y son: Cristian López (Portomarín), Juan González (Vigo), Óscar Regueiro (Lugo), Rubén Calvo (Lugo), Alberto Cea (Vila de Cruces), Sergio Vidal (León), José Antonio Martínez (Fene), Gonzalo Castro (Lugo), José Luis Rodríguez (Guntín), Josua Pérez (Monforte), Gutier Castro (Lugo) y Yago José Crende (Lugo). El más joven ha entrado con 28 años y el más veterano, con 45.