Galicia se suma a la carrera por las nuevas infraestructuras de hidrógeno

Beatriz García Couce
beatriz couce FERROL / LA VOZ

LUGO CIUDAD

JOSE PARDO

El corredor de enlace entre Lugo y Zamora forma parte de la planificación europea, pero todavía no ha sido incluido en el último plan de obras

12 dic 2022 . Actualizado a las 17:19 h.

Galicia se ha lanzado de lleno a la carrera por el hidrógeno verde, un marco en el que aspira a convertirse en una comunidad referente en la producción de este combustible renovable, pero también en contar con las infraestructuras de conducción necesarias. En pleno lanzamiento del corredor de hidrógeno verde que unirá Portugal, España y Francia —bautizado como H2MED— Galicia tiene presente que no quiere padecer otros retrasos como los sucedidos en el pasado con otras infraestructuras, como las autovías o las ferroviarias, y empresas como Reganosa, con importantes planes de producción de hidrógeno en la comunidad ya se han puesto a la tarea de defender esas nuevas conexiones.

De hecho, ya existe un hidrogenoducto —un gasoducto para conducir hidrógeno—, que está incluido en la Planificación Decenal Europea 2022, que conectaría Lugo con Zamora, y que recoge una fecha prevista de puesta en servicio para el 2026. La materialización del tendido implica una inversión aproximada de 250 millones de euros. Tendrá una longitud de 318 kilómetros, un diámetro de 30 pulgadas y se conectaría directamente con la estación de compresión que actualmente existe en Zamora, punto de donde parte la Tercera Interconexión con Portugal. Tiene una capacidad bidireccional, lo que garantizaría la cobertura de la demanda tanto interna como externa en el noroeste de la Península.

Se trata de un tendido que estaba recogido en la planificación de los sectores de electricidad y gas fechado en el 2008, con una proyección de comunicaciones hasta el 2016. Estaba diseñado para transportar gas natural, pero los cambios en el mapa energético de la Unión Europea y la aceleración de la transición hacia fuentes renovables ha impulsado su transformación como hidrogenoducto. Reganosa, que participa en dos proyectos de sendas plantas —una en As Pontes, de 100 megavatios de potencia y otra de 200 en Meirama— considera que este corredor, además de vehicular el cien por cien de la producción gallega, «también apoyaría a las infraestructuras existentes, durante un período transitorio, permitiendo optimizar las capacidades de entrada de GNL atlántico a Europa, convirtiendo a Zamora en un nudo clave para la integración de las plantas de regasificación del noroeste peninsular».

Evitar congestiones

En un informe técnico de la compañía energética gallega se incide en que evitaría además las congestiones que se generarían con la entrada en operación de la planta asturiana del Musel, dotando al sistema gasista de mayor flexibilidad y seguridad de suministro tanto para Portugal como para el resto de las comunidades españolas.

Fuera del plan

Sin embargo, y pese a la inclusión en el mapa de infraestructuras estratégicas europeas, el último plan de ejecución de los corredores comunitarios —incluidos en el REPowerEU— no incluye esa conducción, por lo que la comunidad corre el riesgo de quedarse fuera de esa futura red, imprescindible en un momento de planificación como el actual.

«Sin embargo, esta conexión Lugo-Zamora sí está incluida, con una fecha de puesta en marcha en 2040, en los documentos del European Hydrogen Backbone1 en los que han participado 31 TSOs (gestores del sistema) europeos. Estos documentos han sido actualizados en septiembre respecto a su versión inicial de abril debido, entre otros motivos, a la inclusión de la terminal de GNL de El Musel y a la previsión de una red más interconectada en el norte de España», subraya una comunicación técnica de la compañía con sede en Mugardos.

Potencial de la comunidad

Galicia está realizando una apuesta por su conversión hacia la producción de energías verdes, sustentando un mix en el que la eólica, tanto terrestre como marina, los gases renovables, el hidrógeno y el almacenamiento sean puntales. En el caso del hidrógeno verde, el reto es el de alcanzar los 500 megavatios instalados en el entorno del 2030.

El corredor Lugo-Zamora sería un complemento para el H2MED impulsado por Francia, España y Portugal con el apoyo comunitario. Garantizaría la cobertura de la demanda interna peninsular y favorecería la exportación de hidrógeno verde desde el Valle del Ebro y el Este del país hacia el resto de Europa.

Prueba del impulso que la comunidad quiere darle a la producción de este combustible verde es que la planta de 100 megavatios que proyectan Reganosa y EDP en As Pontes fue el primer Proyecto Industrial Estratégico (PIE) declarado por la Xunta de Galicia. Se trata de una fórmula habilitada por la Consellería de Economía para acortar los plazos administrativos —sin perder ninguna garantía jurídica— con el fin de favorecer la implantación de nuevas industrias en la comunidad. La intención anunciada por Reganosa y EDP es la de poder comenzar la construcción de la futura terminal, que ya cuenta con acuerdos de suministro, el próximo ejercicio.