El TSXG ratifica la condena para el lucense que hizo un «simpa» al taxista que lo llevó a un club de alterne

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El acusado de hacerle un «simpa» a un taxista de Lugo, sentado en el banquillo de la Audiencia Provincial de Lugo.
El acusado de hacerle un «simpa» a un taxista de Lugo, sentado en el banquillo de la Audiencia Provincial de Lugo. A. SISO

La Audiencia de Lugo lo condenó a un año y diez meses de prisión por un delito de estafa

05 dic 2022 . Actualizado a las 18:32 h.

El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia ha ratificado la sentencia de la Audiencia de Lugo, confirmando la pena de un año y diez meses impuesta a un lucense que se negó a pagarle la carrera a un taxista que lo llevó a un club de alterne de Bergondo. Según la sentencia, le hizo un «simpa» tras haberlo trasladado desde Lugo hasta Bergondo, cerca de A Coruña, previo paso por Ourense.

Para desestimar su recurso, el fallo incide en que «poco importa si la intención del acusado era pagar el servicio de taxi o si fue con posterioridad (pero antes de finalizar su acción) cuando cambió de opinión». Dice el alto tribunal gallego que «su conducta evidencia la utilización de engaño, primero, por ser conocido del taxista y generar en él la expectativa de pago derivada de los anteriores abonos por precedentes servicios; y segundo, por dejar en el taxi una mochila con efectos personales (aunque de escaso valor), que contribuían a aumentar la confianza del taxista en el regreso del cliente y consecuente pago del servicio», esgrime.

También sitúa en el foco que «se escamoteó del prostíbulo por una puerta trasera que estaba fuera del alcance de la vista del perjudicado»; e incide en su negativa a «contestar las llamadas que le efectuó la víctima ante su demora». Además, se constata que «nada se pagó al denunciante» y, en cuanto a la tesis de que el acusado gastó todo su efectivo en el prostíbulo y le sobrevino entonces una carencia de recursos económicos motivando el incumplimiento contractual, recalca que «es una esforzada tesis, comprensible desde el amplio derecho de defensa que asiste al encausado».

Pero añade que está «abocada al fracaso» a la vista de todo lo anteriormente expuesto y que «denota la existencia del dolo penal propio de la estafa y la concurrencia de todos los restantes elementos de esta».

Por estos hechos, la Audiencia de Lugo lo condenó el pasado mes de junio —como autor de un delito de estafa, con agravante de reincidencia— a 1 año y 10 meses de cárcel. Además de la pena de prisión, deberá pagar una indemnización de 637 euros, lo que le debía al taxista por el viaje. 

Un trayecto de cientos de kilómetros

Según recoge la sentencia con fecha del 9 de junio y de la que informó este jueves el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), los hechos ocurrieron el 16 de noviembre de 2016, cuando el hombre concertó con el taxista un servicio consistente en que le trasladase desde la base de taxis de Lugo hasta la estación de autobuses de Ourense. Allí, le pidió que le esperase en el exterior unos momentos para, finalmente, solicitarle que le trasladase a un club de alterne en Guísamo (Bergondo), cerca de A Coruña, donde le dijo que le esperase en el aparcamiento, al tiempo que dejaba una mochila con efectos personales en el interior del vehículo.

Con todo, conforme consta el fallo judicial, el acusado, «con evidente ánimo de lucro y en la clara intención de no satisfacer el importe devengado por el servicio de taxi», abandonó el club por una puerta que no se veía desde el aparcamiento. Ante ello, llegadas las 6.00 horas, el taxista entró en el club, donde le dijeron que el acusado había abandonado ya el lugar.

La Fiscalía pedía en un principio dos años y medio de prisión para el procesado, pero la pena se ha quedado finalmente en menos de dos. Está por ver si entra en prisión, ya que cuenta con antecedentes por hechos similares. 

En el juicio, el acusado afirmó que el taxista y él tenían «muy buena relación». Incluso llegó a decir que lo había llevado «siete u ocho veces en su taxi en viajes de este tipo. Íbamos juntos a cenar y a muchos clubes de alterne de la zona de Bergondo y Betanzos». Finalmente, dijo no entender «por qué esta vez se enfadó, aunque creo que puede ser porque una de las chicas del club se empeñó una vez en venir conmigo y no con él».