El MIHL de Lugo cumple diez años y sigue sin definir

Suso Varela Pérez
suso varela LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

El MIHL de Lugo destaca por su estética
El MIHL de Lugo destaca por su estética ALBERTO LÓPEZ

El Museo Interactivo da Historia, obra de arte en sí misma y buen ejemplo de la arquitectura de calidad, no ha cumplido la misión por el que se diseñó y hoy se utiliza para todo tipo de actos

29 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Un 30 de noviembre del 2012 se inauguraba de manera oficial, aunque sin grandes pompas, el Museo Interactivo da Historia de Lugo (MIHL). Se trata de un edificio que surgió en una coyuntura de expansión económica y turística de la ciudad, con el fin de aportar dotaciones culturales alejadas del centro y en un espacio simbólico como fue parte del solar de la antigua Frigsa, pero que diez años después sigue sin definir y, por supuesto, no ha colmado las expectativas con el que originalmente se pensó.

La idea fue del exalcalde José López Orozco, que en octubre del 2005 anunciaba que Lugo acogería el segundo museo interactivo de España, tras el de la Casa das Ciencias de A Coruña. El Concello convocó un concurso de ideas al que se presentaron prestigiosos estudios de arquitectura y fue ganado por los afamados Fuensanta Nieto y Enrique Sobejano.

Y paralelamente, como tiene explicado el historiador Adolfo de Abel Vilela (véase uno relevante en www.terraetempo.gal), Orozco quería que se aplicase al MIHL el modelo que defendía la entonces prestigiosa Flavia Sparacino, investigadora del Media Lab del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), que diseñaba entonces contornos arquitectónicos con sensores, modelos matemáticos, multimedia y gráficos en 3D.

La propia Sparacino iba a crear los contenidos con el apoyo de un comité científico formado por Felipe Arias Vilas, Antonio Rodríguez Colmenero, Covadonga Carreño Gascón, Pegerto Saavedra, Ramón Villares Paz, Antonio Prado, Julio Reboredo Pazos, María Jesús Saavedra, entre otros.

Proyecto ambicioso

Los propios Nieto y Sobejano mantuvieron reuniones con Flavia Sparacino, para conocer las necesidades museográficas del MIHL y adaptar el proyecto, lo que aumentó el coste de la obra, que fue financiada con fondos municipales y un crédito de siete millones de euros concedido por el Ministerio de Industria.

El MIHL se abrió con una muestra de arte contemporáneo, comisariada por Mónica Alonso, en la que se incluía un tanque con pirañas
El MIHL se abrió con una muestra de arte contemporáneo, comisariada por Mónica Alonso, en la que se incluía un tanque con pirañas PRADERO

Pero de aquella idea de ciudad rica y próspera a lo que después se llegó hubo un trecho. Las obras comenzaron en el verano del 2008, coincidiendo con el inicio de la crisis económica que obligó a todas las Administraciones a apretarse el cinturón. De los siete millones iniciales las obras acabaron llegando a los diez millones. Y por el camino apareció el problema de los manantiales de agua de la zona, que en épocas de lluvia, acababan inundando un edificio que basaba su estructura en salas enterradas, lo que obligó a instalar bombas de achique para evacuar el agua y, a la vez, mayor gasto de mantenimiento.

Crisis política

Otro contratiempo fueron las primeras imputaciones de la Pokémon que sufrió Orozco y que obligó a su socio de gobierno, el BNG, a marcharse del gobierno local. El entonces concejal de Cultura era el nacionalista Antón Bao, y a pocos días de la puesta de largo del edificio, el Bloque dejaba el gobierno y pasaba la responsabilidad a la concejala Carmen Basadre.

De esta forma, la apertura se iba a producir un 22 de noviembre del 2012, pero la citada crisis política obligó a posponer la fecha para el 30 de noviembre. Pero este edificio abrió a medio gas. La mitad de las salas estaban vacías y la otra incluía piezas arqueológicas sueltas (entre ellas el monolito fundacional de la ciudad), una espectacular sala negra que duró poco como espacio audiovisual, y una muestra inaugural sobre arte contemporáneo, donde se repasaba el trabajo de 16 creadores gallegos de gran renombre. Como anécdota se podía ver un tanque con pirañas, a modo de reflexión sobre el mercado del arte y el consumo.

Una de las exposiciones de Play Mobil que se pudieron ver en el MIHL
Una de las exposiciones de Play Mobil que se pudieron ver en el MIHL OSCAR CELA

Para todos los usos

Desde su inauguración, el edificio —que ha sido destacado por su calidad arquitectónica, siendo en sí mismo una obra de arte— ha sido utilizado para todo tipo de actividades, menos el de interactivo de la historia de la ciudad: exposiciones de arte, congresos, citas gastronómicas, talleres infantiles, entregas de premios, actos de danza, desfile de moda, para anuncios de marcas de coches y, últimamente, con enorme éxito de público, como espacio para mostrar la historia de Galicia a través de «cliks» de Play Mobil.