Los chefs del futuro cocinan sus primeros platos gourmet en el Círculo das Artes de Lugo

La Voz LUGO

LUGO CIUDAD

Alberto López

El programa «Chikichef» fomenta el trabajo en equipo y la paciencia entre niños de 4 a 12 años que aprenden a cocinar. «As prazas acábanse en nada», dicen las organizadoras

20 nov 2022 . Actualizado a las 14:43 h.

Son las doce de la mañana. Unos chefs baten aceitunas y pelan las cáscaras de unos huevos cocidos con premura, pero con delicadeza. La cocina del Círculo das Artes de Lugo es el escenario de una creación muy poco habitual: la de unos canapés gourmet, unos platos centrados en la originalidad de su presentación y sabor. Sin embargo, lo más especial de esa sala no es la comida, sino sus autores. 

Una docena de niños y niñas de entre 4 y 12 años se manchan las manos para elaborar estos canapés. Forman parte del taller «Chikichefs», promovido por el Círculo das Artes y organizado por Noelia Castro y Ana Villaverde, profesoras y «vigilantes» de los pequeños futuros chefs de Lugo.

«¡Qué buena pinta!», se escucha, de repente. «La cabeza de la mariquita tiene que ser una aceituna negra», dice otra. «Pues a mí no me gustan. Se la voy a dar a mi madre», le contesta otra. Estas voces pertenecen a los pequeños cocineros que participan en el taller, el más exitoso del Círculo das Artes, enmarcado en el plan «Chikiocio».

«Ana e mais eu facemos un taller ao mes con distinta temática. Este, o da cociña, é o máis popular de todos. As prazas acábanse en nada. Temos a 80 nenos e nenas inscritos e vímonos obrigadas a coller dous días, o venres pola tarde e este sábado, de mañá. Son tres grupos dunha ducia de nenos cada un, e as clases duran unha hora e cuarto», explica Noelia Castro, encargada del programa.

Distintos platos, elaborados por ellos mismos con la mínima ayuda posible

Los pequeños y pequeñas, de entre 4 y 12 años, elaboran distintos platos en casa clase. Este sábado, la temática eran los canapés gourmet. El primero era el canapé mariquita, seguido de la tartaleta de paté marinero, los volovanes de crema de aceituna con semillas de chía y la estrella de crema de york y queso ricotta.

A muchos adultos ya les gustaría tener los conocimientos que muestran varios de estos chefs. «La Nocilla no va con esto, porque es un plato salado», comenta una de ellas, de solamente ocho años. «Mi madre dice que las semillas son para los pájaros», suelta una compañera. Todos ríen.

«O que tratamos de fomentar é a colaboración e o traballo en equipo. Todos vanse pasando os utensilios e os produtos de cociña para ir pouco a pouco, pero sempre tratamos de que sexan eles mesmos quen fagan os seus pratos. As monitoras intervimos o menos posíble», comenta Castro.

La mitad ya conocían el taller

La hora, eso sí, no ayuda a la óptima elaboración de los platos. Alguno de los novatos chefs pierde la compostura y se lleva un poco de su creación con el dedo. «Es que huele muy bien», se justifica, al ser reprendido por una monitora.

Otros, eso sí, son ya unos expertos. «A metade xa viñeron a este mesmo obradoiro en anos anteriores, así que xa saben como funcionan», cuenta la encargada. Esta vez, la temática es la receta saludable y los canapés gourmet, pero este taller ya ha trabajado una mousse de galleta, una empanadilla, un tiramisú y demás platos en años anteriores. 

El colofón de esta clase lo puso el postre, que fue el primer plato que prepararon los pequeños. La galleta de Lacasitos era objeto de deseo de todos ellos, y los ojos de los chefs se posaban sobre el horno de la cocina como si hubiese allí un tesoro encerrado. «Quiero acabar ya para comérmela», razonaba una de las pequeñas protagonistas.