¿Por qué se marcha el Vicerrectorado del campus del centro de Lugo?

Suso Varela Pérez
suso varela LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

El cierre de la sede del Vicerrectorado de Lugo coincide los lunes con el cierre de la Domus do Mitreo
El cierre de la sede del Vicerrectorado de Lugo coincide los lunes con el cierre de la Domus do Mitreo SUSO VARELA

Pasó de tener un gran peso en las decisiones del gobierno de la USC a ser menos relevante y ahora su vicerrector regresa físicamente al punto de partida de hace 20 años

23 nov 2022 . Actualizado a las 13:18 h.

¿Por qué se marcha el Vicerrectorado de Campus de Lugo del centro de la ciudad? La imagen del edificio cerrado del Vicerrectorado de Lugo, la sede de la USC en la ciudad, ha provocado malestar e inquietud. Hubo un tiempo en el que la Universidade marcó el paso a seguir a la capital lucense, y sus instituciones supieron entenderlo y respondieron. Y además, hubo un tiempo en el que el campus lucense gozó de un peso social y de una relevancia en el gobierno de la USC que ahora ya no disfruta.

La puerta cerrada del edificio del Vicerrectorado de la Praza de Pío XII y el traslado del vicerrector y del área de Cultura, que regresan 20 años después al campus, supone para muchos un paso atrás y un ejemplo más del distanciamiento de la universidad con la ciudad.

historia de una sede histórica

Un orgullo y un ejemplo. En mayo del 2002, el rector Darío Villanueva abría la sede de la USC en Lugo, con la voluntad de acercar la Universidade a los lucenses. La inversión fue de 1,7 millones y supuso la recuperación del Pazo de Montenegro (siglo XVIII). Un ejemplo de que la USC estaba a la vanguardia y apostaba por el entonces degradado barrio histórico. Una década después abrió la Casa do Saber y, debajo, el primer museo (en el 2018 se amplió y mejoró) con el tesoro del mitreo. A este conjunto el paso de los años le ha sentado bien, porque se ha convertido en el centro de la ciudad si se habla de visitantes. Pío XII es la zona cero del patrimonio mundial lucense, y el Vicerrectorado está incluido.

un salto de 20 años

Cerrado y sin muebles. Desde hace menos de un mes, el edificio está cerrado y sin la placa que presumía de ser sede de vicerrectorías del campus. El rector de la USC, Antonio López, explica que se trata de un cierre provisional y que lo llenarán de contenido cultural (la mayor parte será en el excelente salón de actos de la Casa do Saber, la mejor sala pública, por ejemplo, para proyectar cine de la ciudad), que seguirá siendo usado para actos institucionales y que se abrirá una tienda para vender los productos de la USC aprovechando el tirón del Mitreo. No quedará como sede de gobierno del campus de Lugo. Su vicerrector, Francisco Fraga, ya tiene despacho en el edificio administrativo que siempre funcionó junto a la Biblioteca. Tampoco queda nada del área de Cultura. Por no haber, no hay ni muebles en la mayor parte de las dependencias, ya que se hizo traslado a la nueva ubicación.

por qué se traslada

Una decisión de Santiago. El acuerdo de regresar, como hace 20 años, el vicerrectorado del centro al campus se tomó en Santiago. No fue una petición de Lugo, ni siquiera del actual vicerrector. Tampoco tuvo que ver, como se indicó en un principio de manera errónea, dentro de un plan de ahorro. O, al menos, en el documento que hizo el gobierno de la USC de ahorro energético no se incluía el Pazo Montenegro. Explica el actual Rectorado que en su programa electoral de febrero ya anunciaban este traslado, pero destacados miembros de la comunidad universitaria lucense afirman que no tenían conocimiento y, sobre todo, la sociedad lucense y sus instituciones desconocían un cambio de criterio tras 20 años y los motivos del mismo. «A quen favorece tantas presas por marcharse sen explicacións?», señala un antiguo alto cargo del campus lucense. Antonio López explica que es mejor que el vicerrector lucense esté más conectado con la realidad del campus, lo cual lleva implícito que estará menos relacionado con el centro de la ciudad. Y Fraga explica que ahora, además, tiene que asumir las funciones de vicerrector de organización académica de toda la USC.

edificio sin contenido

Promesas de futuro. Sin irse a tiempos con mayor actividad, hasta hace bien poco en el Pazo de Montenegro trabajaban el vicerrector, vicerrectores adjuntos, secretarias, bedeles, el responsable de prensa y, sobre todo, el área de Cultura, que se encargaba de gestionar las actividades de Lugo Cultural, un programa ejemplar para cualquier ciudad universitaria. También llegó a haber personal del Campus Terra. Pero en los últimos meses se fue reduciendo (contratos de Campus Terra y de Cultura se acabaron), se eliminaron vicerrectorías y las actividades culturales o decayeron o se modificaron horarios de cierre, como el adelanto de las películas del Valle Inclán y el CGAI. El equipo rectoral anunció hace meses que querían retomar las actividades en el propio campus. Ahora exponen que incrementarán los actos en el Vicerrectorado, o más, bien, en la Casa do Saber, lo que dinamizaría el centro de la ciudad.

pérdida de presencia

Menos autonomía. Los exvicerrectores —que fueron claros sobre la necesidad de que el vicerrector esté físicamente en la sede de Pío XII— creen que el campus de Lugo ha ido perdiendo poder dentro del gobierno de la USC y, por tanto, presencia institucional y en la toma de decisiones. Nadie discute las cualidades y la relevancia que tiene el Campus Terra, sus titulaciones y sus grupos de investigación, pero sí la caída de la presencia del campus como institución. Se habla de pérdida de autonomía frente a Santiago. Senén Barro, que ganó sus primeras elecciones en el 2002 gracias a los votos de Lugo, afirmaba entonces que el campus lucense necesitaba mayor autogestión y capacidad propia para conseguir ingresos. Fueron los años expansivos de la presencia institucional de la USC en Lugo.

pérdida de peso

Menos gobierno. El actual rector redujo su gobierno, pasando de nueve a seis vicerrectores, del que solo uno es de Lugo, que además comparte organización académica. En el primer mandato de Barro, este incluyó en su gobierno a Carlos Herrero y a sus tres adjuntos (Ramón Velo, José Manuel Cifuentes y Ángeles López). Y en el 2006, Lugo llegó a tener cinco vicerrectores (Herrero, López, Javier Bueno, María Celia Besteiro y Begoña Barreiro), además de Xoán Carlos Carreira como vicerrector de las infraestructuras de la USC. Con el paso de los mandatos, Lugo fue perdiendo vicerrectores hasta estabilizarse en uno de coordinación y dos adjuntos, uno para la investigación y otro para servicios. Ahora, como señaló con ironía Javier Bueno, «hai medio vicerreitor». Luego está Elvira López, responsable de Campus Terra, y Antonio Álvarez, adjunto, pero ambos no forman parte del gobierno. Si en el 2006, de los 50 miembros, 12 eran de Lugo, ahora hay 8, al caerse los tres vicerrectores y un miembro del Consello Social. Forman parte del campus de Lugo: Francisco Fraga, Tomás Cuesta (director de la Politécnica), Marta Miranda (profesora de Veterinaria, Ana Paula Losada (investigadora docente de Veterinaria), Enrique Tacón (trabajador de la Politécnica), Fernando J.Sedano (trabajador del Cactus) y los decanos Gonzalo Fernández (Veterinaria) y Carmen Sarceda (Formación do Profesorado). ¿Con más vicerrectores de Lugo se había tomado la decisión de irse del centro de Lugo?