Abre el plazo de dos meses para que el propietario presente el proyecto de demolición del Garañón antes de que lo haga el Concello
LUGO CIUDAD
«De non acatar este imperativo, a Administración Local asumirá os traballos subsidiariamente» explicó Lara Méndez
17 ago 2022 . Actualizado a las 15:49 h.El largo proceso de derribo del edificio Garañón de Lugo se enmarca en una nueva fase. Desde este miércoles queda abierto el plazo de dos meses para que el propietario presente el proyecto de demolición del inmueble antes de que lo haga el propio Concello. «De non acatar este imperativo, a Administración local asumirá os traballos subsidiariamente» señaló la alcaldesa Lara Méndez.
Ya en el mes de julio el Ayuntamiento anunciaba la contratación de una empresa para redactar el proyecto de derrumbe y su ejecución, explicando que trabajaban con antelación y con vistas de que no será el propietario quien lleve a cabo los trabajos de demolición. Este miércoles la alcaldesa insistía en la «importancia de que este procedemento se atope xa en marcha, de maneira simultánea ao tempo dado á propiedade do inmoble para asumir o derribo. Tanto nos permite avanzar na conta atrás para a desaparición das torres e a recuperación dos terreos como zona verde pública».
Desde el Concello recordaron que la licitación, cuyo valor asciende a 965.000 euros, incluye la redacción de un proyecto completo de demolición, pero también la reposición al estado original de los terrenos y la ejecución de las obras así como la contratación de los directores de obra. La empresa escogida dispondrá de dos meses para entregar el proyecto completo y de ocho para materializar la demolición. Se trata de actuación que, según explican, constata el compromiso de Lara Méndez de convertir este espacio en un «pulmón verde urbano que conectará con uno de los parques más emblemáticos de la capital como es el Rosalía de Castro».
Además, el edil de Sostibilidade Urbana, Álvaro Santos, recordó también que el Gobierno local encargó un levantamiento topográfico de la realidad existente de las obras, concluyendo que el edificio del Garañón «non respectaba o delimitado no título habilitante concedido e que, por tanto, o inmoble, ademais de ilegal é totalmente ilegalizable ao amparo do ordenamento urbanístico vixente».
