El obispo de Lugo: «Tenemos que dar gracias por la presencia de las Clarisas en Monforte»

ainara rodríguez / c. c. MONFORTE / LA VOZ

LUGO CIUDAD

La misa conmemorativa del 400 aniversario se ofició en la iglesia de las Clarisas
La misa conmemorativa del 400 aniversario se ofició en la iglesia de las Clarisas AINARA RODRÍGUEZ

Alfonso Carrasco Rouco ofició la misa de conmemoración de los 400 años del convento local de esta orden religiosa de clausura

13 ago 2022 . Actualizado a las 11:37 h.

La celebración del cuarto centenario del convento de las Clarisas tuvo lugar ayer por la mañana mediante un acto conmemorativo que estuvo presidido por el obispo de Lugo, Alfonso Carrasco Rouco. Decenas de personas asistieron a este acto simbólico, que se realizó en la iglesia de las Clarisas. Duró poco más de una hora y estuvo amenizado por un grupo de rondalla y canto coral. También acudieron el alcalde de Monforte, José Tomé, y la teniente de alcalde, Gloria Prada, quienes recibieron al obispo antes de comenzar el homenaje.

La celebración se hizo a través de una misa solemne en la que el obispo agradeció la presencia de esta congregación religiosa en Monforte, e invitó a los vecinos de la ciudad a visitar el convento y su iglesia.

«Esta construcción histórica fue creada por una sociedad que quería creer en Dios y que compartía la misma percepción de la fe —afirmó el obispo—. Vemos que Dios existe, porque de lo contrario tampoco lo harían las madres Clarisas. Ellas lo llevan en el corazón».

Además de los cuatrocientos años de esta congregación, la Iglesia también quiso celebrar la festividad de Santa Clara, que tuvo lugar el 11 de agosto.

La inauguración de esta casa conventual —cuya obra fue encargada por el conde de Lemos al arquitecto Simón de Monasterio— se remonta al 22 de junio de 1622, día de san Paulino de Nola, que fue nombrado su patrón. Durante el acto de inauguración, la diócesis hizo una procesión que partió del monasterio de San Vicente do Pino hacia el nuevo convento. La procesión fue encabezada por Alonso López Gallo, obispo de Lugo en aquel entonces.

Con el paso del tiempo, las monjas Clarisas tuvieron que abandonar el convento en un par de ocasiones. La primera fue con motivo de la Guerra de la Independencia a principios del siglo XIX, ya que los franceses ocuparon la ciudad. Tras la retirada de las tropas francesas de España, las monjas regresaron al convento y lo encontraron completamente destrozado. La segunda vez fue en 1836 por no cumplir los requisitos del decreto de exclaustración, que exigía que todos los conventos femeninos tuviesen veinte monjas como mínimo. En aquel momento, la congregación monfortina tan solo estaba formada por catorce madres Clarisas, por lo que fueron obligadas a marcharse del convento.

Actualmente el convento está formado por trece monjas que realizan bordados a mano para uso litúrgico y particular. Algunas de ellas también se dedican a la elaboración de dulces.