Lugo se queda sin playa: La Xunta considera ilegal el intento de cambiar de sitio las instalaciones

María Guntín
María Guntín LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

El informe de Patrimonio Natural confirma que se dañaría gravemente el hábitat de los mejillones de río que, tal y como recoge la ley, deben protegerse

19 jul 2022 . Actualizado a las 18:35 h.

Un verano más, Lugo se quedará sin playa fluvial. La Xunta ha emitido un informe desfavorable al considerar que el segundo emplazamiento elegido —tras lograr la negativa del primero— para instalar una estructura flotante y cuatro piscinas dañaría especies protegidas, así como sus hábitats. Sin embargo, tiende una mano al ayuntamiento y a la Confederación Hidrográfica Miño-Sil y se ofrece a supervisar otras alternativas que permitan instalar las piscinas cuanto antes. Pero con medio verano ya a la espalda y a tan solo unos días de que acabe el mes de julio, parece improbable que los lucenses puedan disfrutar este 2022 de su ansiado chapuzón a los pies del río Miño.

La Xunta adjunta un informe ambiental desfavorable sobre la propuesta de modificación del emplazamiento de la playa fluvial de Lugo, con motivo de la aparición de dos especies de mejillones catalogadas como vulnerables en el Catálogo Galego de Especies Ameazadas.

El Concello de Lugo propuso mover las instalaciones 40 metros aguas arriba con respecto a la ubicación inicial, desplazando las instalaciones hacia el centro del río, y cambiando del sistema de sujeción, para responder así las demandas de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil (CHMS), entidad que calificó las modificaciones como no sustanciales.

especies protegidas

Mejillón de río. El informe del Servizo de Patrimonio Natural, ya en manos de la CHMS, confirma la abundancia de dos especies de mejillón de río en la zona en la que estaba previsto se instalase la playa fluvial. Así lo corrobora también el informe de la empresa Topysa que se hizo el pasado mes. Se estima que hay entre 6.000 y 10.000 ejemplares en los 850 metros cuadrados que ocuparían las plataformas flotantes y las piscinas, por lo que la densidad es de más de 7 ejemplares por metro cuadrado, y eso teniendo en cuenta solo la zona más próxima al emplazamiento propuesto por el ayuntamiento. Asimismo, la Xunta precisa que los planos del Concello sobre la superficie a ocupar se contradicen entre sí.

Perturbaciones. Por tanto, expone la Xunta, de instalarse la playa fluvial donde estaba previsto, se producirían perturbaciones en el medio natural. Además, el período reproductivo de las dos especies de mejillones va de marzo a octubre, y las instalaciones tendrían una autorización por 25 años, con lo que los daños serían además prolongados en el tiempo.

tipos de daños

Vibraciones, luz o pérdida de vegetación. Instalar la playa en cualquiera de los dos lugares propuestos se traduciría en numerosas perturbaciones para el medio. El citado informe de la Xunta habla de transmisión de vibraciones, apantallamiento de la luz, pérdida de vegetación acuática, calentamiento del agua, menos espacio para el movimiento de la fauna piscícola —fundamental para mantener el ciclo vital y reproductivo del mejillón de río —, y otras afecciones más directas como el posible apoyo del fondo de las piscinas sobre el lecho del Miño por la bajada en el nivel de agua o por arrastres.

lo que dice la ley

Especies amenazadas. Tal y como recoge la ley que cita la Xunta, es primordial garantizar la conservación, protección y recuperación de la biodiversidad, con especial prohibición de actuaciones no autorizadas que puedan perjudicar especies protegidas como lo es el mejillón de río.

discrepancias

Problemas con los planos. Expone la Xunta que hay discrepancias sobre los planos del expediente, que definen la forma, tamaño y emplazamiento de las instalaciones. Estima que hay variaciones entre unos y otros, que falta precisión en algunos aspectos —como la posición de las instalaciones, por falta de referencias geográficas—, así como los distintos diseños del proyecto.

profundidad

Sin garantías. Los informes de la Xunta exponen que los estudios de profundidad no garantizan que durante una época de sequía las piscinas no toquen el fondo del río Miño.

Ni desplazar las instalaciones 40 metros ni los cambios en los anclajes: Se trata de una zona de alto valor ecológico

El informe desfavorable emitido por la Xunta recoge, entre otras cuestiones, dudas sobre el desmontaje de las piscinas y el tiempo que este llevaría. Asimismo, expone que el nuevo sistema de anclaje, que fue también foco de los problemas en las autorizaciones tras la primera propuesta de ubicación, es mejor, pero las contradicciones en los planos juegan, de nuevo, en contra del Concello de Lugo, puesto que Patrimonio Natural no tiene claro cuál sería el emplazamiento propuesto.

Desplazar la playa fluvial 40 metros no será, por tanto, solución, ya que estamos, de nuevo, en una zona de alto valor ecológico para el mejillón de río.

Sobre las piscinas flotantes, son adecuadas para lagos, presas o embalses, pero pueden ser problemáticas en un sitio con agua corriente, sujeto a variaciones de caudal o velocidades de la corriente.

Por último, Patrimonio Natural es contundente: El Concello de Lugo no tuvo en cuenta las consideraciones hechas por la Xunta para instalar la playa en un lugar de alta profundidad, baja velocidad del agua y poca presencia de mejillones en el fondo.

cronología: desde la resolución de 2020 a la paralización de 2022

4-11-2020. La Confederación autorizó al Concello de Lugo. La Confederación Hidrográfica Miño-Sil dictó una resolución por la cual autorizó al Concello de Lugo a instalar una zona de baño compuesta por cuatro piscinas flotantes en el río Miño por un plazo de 25 años.

22-06-2022. Recogida de muestras y aparición de mejillones. La polémica empezó con la instalación, en junio de este año, de elementos en la zona de baño. Entonces, Patrimonio Natural se puso en contacto con el Concello de Lugo para comunicarle que era preciso comprobar la presencia de especies que pudiesen resultar perjudicadas por la instalación. El día 22 del pasado junio, personal de Patrimonio Natural y de Topysa recogieron muestras del lecho fluvial y de la fauna existente. Fue entonces cuando aparecieron las dos especies de mejillón amenazadas. Estimaron que había unos 6.000 ejemplares.

28-6-2022. Evaluación desfavorable de Patrimonio Natural. En un informe previo con fecha del 28 de junio de este año, se recoge que los informes emitidos por Patrimonio Natural previos a la resolución de la CHMS de noviembre de 2020 son desfavorables. La Xunta puso el foco en el estudio batimétrico y de caudales, así como que el proyecto de instalación de las piscinas no incluía una evaluación sobre el terreno de especies y hábitats a los márgenes del río.

Más problemas y nada de autorizaciones. La Xunta emitió además un informe que tiene en consideración otros aspectos que confluyen en que el lugar no es el más adecuado para instalar una playa fluvial. Por tanto, no hay autorización.

12-07-2022La CHMS pide mover la playa de sitio. La Consellería de Medio Ambiente recibe una petición de informe de la CHMS sobre la petición del ayuntamiento de Lugo de modificar el lugar para la playa fluvial 40 metros aguas arriba de la localización inicial. La CHMS considera que no constituye una modificación sustancial de la autorización emitida en noviembre de 2020.