Mismo patrón de un Lugo joven y con margen de crecimiento

Millán Gómez LUGO

LUGO CIUDAD

Carlos Pita, Tino Saqués y Wagner Molina, pilares de la directiva del Lugo.
Carlos Pita, Tino Saqués y Wagner Molina, pilares de la directiva del Lugo. ALBERTO LÓPEZ

30 jun 2022 . Actualizado a las 21:01 h.

El Club Deportivo Lugo va sentando las bases de su undécimo proyecto en Segunda. Un binomio interesante entre Carlos Pita y el experimentado Wagner Molina en la dirección deportiva y secretaría técnica, respectivamente. Wagner Molina ya formó parte del cuerpo técnico del Lugo en la temporada 2015-2016 con Toni Otero como director deportivo y Luis Milla como primer entrenador primero y, después, con José Durán como primer técnico. Molina volvió al Lugo en marzo de 2021 como analista del primer equipo un día después del inicio de la segunda etapa de Luis César Sampedro como primer entrenador del Lugo. Pita y Molina mostraron públicamente claridad de ideas, consenso y coordinación. 

Ocho amistosos cerrados. Dos rivales recién ascendidos a la Primeira Liga de Portugal, dos equipos de Segunda y tres rivales de Primera RFEF, además de un octavo amistoso en Taboada con contrincante por determinar. En la línea de la «pretemporada dura» con el objetivo de «comenzar fuerte», tal y como afirmó Hernán Pérez en su presentación. Y el club sigue realizando lucensismo, especialmente en A Mariña, con dos amistosos en Viveiro, uno en Foz y otro en Ribadeo. Además, el ya citado en el sur lucense, en Taboada. Faltan más lugares del sur de la provincia, así como un estadio magnífico como A Madalena en Vilalba. Y, por supuesto, otras zonas del oeste y del este de la provincia.

El Lugo mantiene la idea del actual consejo de administración de apostar por profesionales jóvenes y con ganas de crecer, que utilicen Lugo como lugar para consolidarse y/o para utilizarlo como trampolín. Con el filial del Lugo en Segunda B - Segunda RFEF, la idea transmitida por el presidente, Tino Saqués, de contar con «una plantilla corta» es lógica siempre y cuando eso permita que «dos o tres jugadores de la base» puedan subir, tal y como enumeró Wagner Molina. Porque, como dijo Saqués, este ascenso del filial supone que el segundo equipo esté «en la categoría ideal» con una base de jugadores del ascenso y de juveniles de División de Honor. De llegar fichajes, que sean de potencial para el primer equipo.

Ninguna novedad en los jugadores en contrato en vigor. Sí la confirmación de la marcha de Eduard Campabadal después de un lustro en el equipo. El equipo hoy día no tiene ningún lateral derecho. También la marcha de José Ángel Carrillo, que llegó comenzada la temporada 2019-2020 por petición de Eloy Jiménez. El rendimiento de Carrillo ha sido creciente durante estos casi tres campeonatos. Un jugador de equipo, comprometido, el primer defensor, ganador de duelos y goleador. Nueve tantos en su última liga en nueve partidos diferentes y ocho de ellos fuera de casa. Eso sí, no marcó en las últimas nueve jornadas que jugó.

Vuelve el lucense Dani Vidal tras su éxito en el segunda tramo de temporada pasada en el Coruxo y previo éxito, por supuesto, en el filial. Un mediocentro de calidad, de iniciación de jugada, de zancada y que puede jugar también como volante. También regresa el versátil delantero Christian Martínez, que puede jugar en punta o lateralizado. Christian, en su segundo tramo de la temporada pasada cuando llegó al Bergantiños procedente de La Nucía, aportó 5 goles en 646 minutos en Segunda B - Segunda RFEF. Además, el central y lateral izquierdo Matías Vesprini, después de dos cesiones al Compostela y siete temporadas en el Lugo, está a expensas de que se oficialice su situación.

El Lugo sitúa en «valoración» a Roberto Canella y a Manu Barreiro. Hoy día, cuenta con Orest Lebedenko como único lateral izquierdo, así como Christian Martínez como único punta, además de las opciones de ubicar a Chris Ramos y Sebas Moyano de «nueves». Barreiro, pese a estar a punto de cumplir 36 años, ha marcado siete goles en la pasada liga y sigue siendo importante, por lo que su renovación debe ser prioritaria, siempre y cuando sea rentable económicamente. Y ahí no debería haber problema. En cuanto a Canella, siempre ha cumplido y es un jugador absolutamente capital en el vestuario. Cabe recordar que, en su día, Josete Malagón y Eduard Campabadal no renovaron en primera instancia en 2019 y 2020, respectivamente, y semanas después regresaron como agentes libres.