El equipo Firefeathers de la academia Stars Dance se alzó con el primer puesto en el Campeonato de España
30 jun 2022 . Actualizado a las 13:16 h.Empezaron la temporada con mal pie, al quedar últimas en su primera competición celebrada en O Porriño. Pero eso no les restó ganas ni esfuerzo a las bailarinas del Firefeathers, que saborearon el éxito tras alzarse con el primer puesto en el Campeonato de España de hip hop, celebrado el pasado fin de semana en Narón.
Estas ocho lucenses de entre 14 y 16 años, alumnas de la academia Stars Dance, no lo tuvieron fácil. «En un principio eran once, pero a la final llegaron ocho», explica Rubén Díaz, su entrenador. Este cambio supuso que tuvieran que modificar las coreografías, aunque «ellas siempre lo han dado todo».
El confinamiento y la situación sanitaria también pasaron factura porque, además de los meses encerradas en los que no pudieron ensayar, «los resultados de los campeonatos iban y venían, por lo que la fuerza que tenían empezaba a decaer», añade el profesional. Sin embargo, continuaron con sus clases de formación semanales y con horas personalizadas para preparar las coreografías «durante meses hasta que están presentables para sacar en la temporada». De este proceso se encarga Rubén, junto con su hermano Héctor, que cuentan con la ayuda de Pepa Daviña, que también fue alumna del centro.
Presión y nervios en la competición
Es un equipo íntegramente femenino que compite contra agrupaciones mixtas y «contra grupos mucho más grandes en cuanto a número de bailarines, que visualmente llaman más la atención», pero eso no las frenó. El baile es un arte subjetivo, en el que el resultado depende de los jueces, por lo que la presión y los nervios son lo más difícil de sobrellevar en las competiciones. «Se sienten siempre juzgados, no solo por el jurado que está en frente, sino también por el público y por los rivales, porque el trabajo de todo un año se valora en un día», argumenta Rubén.
Los cambios de posición, de alturas y de energía destacaron finalmente en su actuación, que requiere además «mucha técnica y mucho aguante físico». Precisamente, estas cualidades les permitieron ser una de las cinco formaciones que se clasificaron para la ronda final, que las llevó a levantar la copa. Un reconocimiento muy especial para la academia, ya que «han sido dos años muy duros por la pandemia y han hecho cambiar mucho la mentalidad de las personas en cuanto al deporte, a pasarse horas encerradas en un lugar», cuenta el profesor.
Fuerza, talento y actitud definen a las «Plumas de fuego», que nacieron en el 2017, año en el que ya se convirtieron en campeonas gallegas, de la admiración de sus compañeros más veteranos. Por ello, son «un ejemplo de constancia y de esfuerzo» y una prueba de que el baile se lleva en la sangre.