Y una semana después, el PP dijo sí al 5 % del PXOM pendiente de Lugo

Suso Varela Pérez
suso varela LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Rubén Arroxo, del BNG, con los ediles del PP en primer término
Rubén Arroxo, del BNG, con los ediles del PP en primer término ALBERTO LÓPEZ

Un nuevo pleno extraordinario lo aprueba con el voto favorable de PSOE y populares, el voto en contra del BNG y la abstención de Ciudadanos

23 jun 2022 . Actualizado a las 22:25 h.

Una semana después se volvió a repetir el pleno extraordinario del Concello de Lugo para poner fin a once años sin aprobación del 5 % del PXOM que tiene en el limbo urbanístico a cientos de propietarios del rural y a empresarios de O Ceao y A Campiña. Y en estos seis días, las posiciones de PSOE (sí), BNG (no) y Ciudadanos (abstención) no variaron, mientras que el cambio del voto del grupo mayoritario —el PP, de abstención a sí— permitió aprobar las modificaciones que pactaron los técnicos del Concello y de la Xunta y sacar adelante ese 5 % pendiente. Este acuerdo será remitido ahora a la Administración autonómica para su información final.

La sesión plenaria, sin público ni júbilo para la trascendencia de la votación, fue un cruce de reproches de los cuatro grupos, con la vista puesta en la elecciones de dentro de once meses. El debate lo abrió el concejal del área de Urbanismo, Álvaro Santos, que pidió perdón a ciudadanos y técnicos municipales y de la Xunta por tener que repetir el pleno, anunciando que él renunciaba al sueldo de la jornada para destinarlo a fines sociales.

Siguió el concejal de Ciudadanos Juan Vidal Pardo, «doy por reproducido a nivel urbanístico lo dicho hace seis días», señalando después la división del voto del equipo de gobierno, calificando de desleal la postura del BNG al PSOE. Vidal Pardo, que apuntó que Lugo necesita un nuevo PXOM y no el que se aprueba ahora, pidió al gobierno local argumentos para poder cambiar su sentido del voto.

Referencias a las elecciones

El debate entró en momentos más tensos en la intervención del portavoz del BNG, Rubén Arroxo, como del viceportavoz del PP, Antonio Ameijide. Arroxo defendió que su grupo lleva años con una línea coherente con respecto al PXOM de Lugo mientras que afeó al PP «que pasou de ser case o ideólogo deste PXOM a culpar agora ao BNG de que non se aprobe». Arroxo preguntó al PP los motivos por el cambio de postura en seis días: «Aducen falta de tempo, pero no noso grupo somos cinco e o de Cs son dous, e deunos tempo, e vostedes que son dez?».

Arroxo no dejó escapar la ocasión para aprovechar que el PP aún no tiene candidato para las elecciones del 2023, destacando que un debate tan relevante no fuese defendido por su portavoz, Ramón Carballo: «Non se sabe quen manda no grupo do PP, ata o señor Poy desacredita ao seu voceiro. Ao mellor, como Macarena Olona, traen de Mondoñedo a alguén para Lugo, pero ollo, eu prefiro carballo de Lugo que eucalipto da Mariña».

Por su parte, Antonio Ameijide criticó que el gobierno local tardarse once años en resolver el 5 % pendiente del plan de urbanismo, «bloqueando el desarrollo del rural lucense, con muchos propietarios que se tuvieron que marchar a concellos limítrofes, e impidiendo el desarrollo de empresas y de empleo. Han sido 11 años injustificables». Incidió en las diferencias de voto del equipo de gobierno, pidiendo a la alcaldesa que expulse a los ediles del BNG, «porque si en el asunto más importante del mandato ni siquiera votan juntos, es que solo quieren seguir para defender sus ombligos, sus sedes, porque solo les preocupa el dinero».

El plan de urbanismo del que nadie está contento pero que era necesario

El concejal de Urbanismo, Álvaro Santos, ironizaba en la sesión de ayer con que «non sei se fará falta outro pleno porque de urbanismo aquí non falamos moito», en referencia a que el debate fue más político que técnico. Con la aprobación de ayer se están dando los últimos pasos para un proceso iniciado en 1998, cuando algunos de los concejales que ayer estaban en la corporación aún estudiaban en el instituto, y que se culminó en el 2011 con la aprobación del 95 % del PXOM. Once años después —nadie de los actuales 25 concejales estaba entonces en la corporación— el pleno ha tenido, a tenor de lo explicado por los portavoces del PSOE y del PP, que aprobar un plan de urbanismo que a nadie gusta pero que era necesario.

La propia alcaldesa, Lara Méndez, expuso la dualidad de este argumento: «É un gran día para Lugo, porque aportamos certezas e garantías xurídicas, o que nos permitirá ter capacidade de crecemento económico», pero a la vez, «o PXOM é mellorable, pero irase mellorando coas modificacións puntuais».

El viceportavoz del PP, Antonio Ameijide, dejó claro que «este PXOM no es el nuestro, es un mal plan pero es mejor tenerlo que no tenerlo», y recordó «los cientos de alegaciones que se hicieron a particulares, así como el trabajo divulgativo sobre este documento entre la ciudadanía de Lugo».

Ciudadanos, que se abstuvo, también considera que el PXOM está sobredimensionado y alejado de las necesidades reales de la ciudad. Mientras que en el BNG, que votó en contra, Rubén Aroxo apuntó que el plan de urbanismo es negativo «porque conta cunha estimación de que Lugo terá máis de 300.000 habitantes aos 10 anos, mais a realidade é que o crecemento poboacional foi de pouco máis de 3.000 veciños nos 11 anos que pasaron».

La alcaldesa defendió el trabajo de los técnicos municipales y de la Xunta y agradeció la receptividad de la directora xeral de Ordenación Urbanística, Encarna Rivas, para adaptar las normas que marcó el gobierno autonómico. Lara Méndez afeó al PP que tuvieron ocasión de preguntarle a ella cualquier cuestión sobre el plan de urbanismo en la comisión de portavoces, «e vostede, señor Ameijide, só fixo unha pregunta, se todos os urbanizables foron atendidos segundo os criterios que marcou a Xunta», en referencia a las quejas del PP sobre la falta de tiempo para conocer más detalles del documento.

Y sobre las acusaciones de la oposición sobre la deslealtad del BNG hacia el PSOE, Lara Méndez recordó que en el pacto de gobierno se dejó claro que en el plan general había libertad de voto. «Somos dúas forzas políticas distintas pero temos un obxectivo común, e o estamos a demostrar porque levamos a cabo unha execución moi alta do acordado».

Lo aprobado ayer es un paso más en un documento que ya ha pasado por tres alcaldes y varios concejales de Urbanismo y de la oposición. Ahora, la Xunta tiene que dar el visto bueno (no tiene plazos legales para hacerlo), para de nuevo regresar el 5 % pendiente del PXOM a pleno municipal, donde debería ser de nuevo votado, en teoría, de forma definitiva.