En el momento del accidente, según se expresa en el auto de la fiscal, el hombre «se encontraba realizando un trabajo no habitual al de su puesto, y que no estaba contemplado en la evaluación de riesgos, y en un centro no previsto para ello». El documento explica, además, que la «falta de formación» del trabajador en este aspecto fue una de las posibles causas del suceso. Según la fiscal, «el puesto del trabajador accidentado en la empresa es de conductor funerario y consta que ha recibido manual de formación e información los riesgos laborales en su puesto que participó en una acción formativa de dos horas de distancia sobre prevención de riesgos laborales de servicios funerarios y que recibió diversos equipos de protección individual», pero nunca en otro ámbito, como especificaba anteriormente.
El escrito acusa al responsable, Luis Iglesias, de no incluir esta tarea en el plan de prevención de riesgos, de no aportar un procedimiento de trabajo adecuado, y de no haber evaluado inicialmente los riesgos que había para sus trabajadores.