Condenado un tanatorio de Lugo por las quemaduras que sufrió un trabajador que se prendió fuego limpiando una furgoneta

A. S. LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Un trabajador del tanatorio sufrió unas gravísimas quemaduras que lo tuvieron varios meses hospitalizado tras prenderse fuego mientras limpiaba una furgoneta.
Un trabajador del tanatorio sufrió unas gravísimas quemaduras que lo tuvieron varios meses hospitalizado tras prenderse fuego mientras limpiaba una furgoneta. cedida

El operario realizaba unas tareas que no debería hacer según su contrato; por lo que será indemnizado con 128.000 euros por la empresa

11 jun 2022 . Actualizado a las 21:30 h.

Las imágenes de las quemaduras que sufrió uno de los trabajadores del Grupo Luis Iglesias, una compañía lucense de tanatorios, son estremecedoras. Un accidente laboral sucedido en el 2017 hizo que este trabajador tuviese que pasar más de un mes ingresado en el Hospital de Lugo. Este jueves, la acusación, la Fiscalía y la empresa llegaron a un acuerdo de conformidad previo al juicio, celebrado en el Juzgado de lo Penal número 1 de Lugo. Las tres partes determinaron que el gerente de la compañía fuese condenado a un año de prisión, y que la empresa le pagase 128.000 euros de indemnización a la víctima como compensación por el daño sufrido.

El propietario del grupo estaba acusado de un delito contra la vida y la salud de los trabajadores, y de otro de lesiones por imprudencia grave. La Fiscalía pedía para él tres años de cárcel y hasta 488.000 euros de indemnización. Ambas penas quedaron reducidas en gran medida tras el acuerdo de conformidad.

El accidente en cuestión se produjo cuando la víctima, junto a un compañero, se encontraban retirando las pegatinas de una de las furgonetas de la empresa de Pompas Fúnebres para la que trabajaban. Para esa tarea, utilizaban un decapador, una herramienta similar a un secador, y que alcanza temperaturas de hasta 500 grados, para derretir y eliminar estas pegatinas. Para ablandarlas previamente, utilizaban un disolvente con propiedades similares a la gasolina. La combinación fue fatal, y el trabajador se vio envuelto en unas llamas de gran tamaño antes de poder zafarse del peligro. Rodó por el suelo para intentar apagar el fuego, pero no lo consiguió hasta unos segundos después. 

Más de un mes hospitalizado y todavía con secuelas

El hombre sufrió quemaduras graves en distintas zonas del cuerpo, como brazos, torso, cara y cintura; además de trastorno por estrés postraumático, depresión o disfunción eréctil en las fechas posteriores al accidente. Necesitó, incluso, tratamiento quirúrgico. Estuvo 38 días hospitalizado, 150 impedido para realizar tareas habituales y todavía permanece con secuelas derivadas de las quemaduras.

El trabajador lesionado reclamó por la vía judicial, una denuncia que derivó en la condena que se certificó este jueves en el juzgado de Lugo.

En el momento del accidente, según se expresa en el auto de la fiscal, el hombre «se encontraba realizando un trabajo no habitual al de su puesto, y que no estaba contemplado en la evaluación de riesgos, y en un centro no previsto para ello». El documento explica, además, que la «falta de formación» del trabajador en este aspecto fue una de las posibles causas del suceso. Según la fiscal, «el puesto del trabajador accidentado en la empresa es de conductor funerario y consta que ha recibido manual de formación e información los riesgos laborales en su puesto que participó en una acción formativa de dos horas de distancia sobre prevención de riesgos laborales de servicios funerarios y que recibió diversos equipos de protección individual», pero nunca en otro ámbito, como especificaba anteriormente.

El escrito acusa al responsable, Luis Iglesias, de no incluir esta tarea en el plan de prevención de riesgos, de no aportar un procedimiento de trabajo adecuado, y de no haber evaluado inicialmente los riesgos que había para sus trabajadores.