El comercio local de Lugo, asfixiado por la inflación: «Lo que tratamos de evitar es que la subida repercuta en el cliente»

André Siso Zapata
André S. Zapata LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

En la boutique infantil Kucadas, afirman haber sufrido aumentos del 300% en el precio de algunos materiales
En la boutique infantil Kucadas, afirman haber sufrido aumentos del 300% en el precio de algunos materiales A. SISO

Aumentos de hasta el 300% en materias primas provocan que los negocios ganen mucho menos vendiendo lo mismo

05 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

En abril, la inflación hizo subir el IPC en España un 8,3 %. En mayo, más todavía, un 8,7 %. Ni los ciudadanos ni las empresas del país son ajenas a este aumento, que condiciona cualquier tipo de compra, venta y capacidad adquisitiva que pudieran tener antes de esta subida. La pandemia, la guerra en Ucrania o incluso el Brexit han cambiado por completo la forma en la que las compañías negociaban con sus proveedores. Las empresas de Lugo no se libran de este aumento, pero todas entonan un mismo manifiesto: «Lo que tratamos de evitar es que las subidas que nos han hecho a nosotros acaben repercutiendo en los clientes».

Quienes más defienden esta teoría son Lidia y Elvira, las dos empleadas de una boutique infantil ubicada en la rúa Progreso. Ambas explican que han tenido subidas de hasta el 300 % en materiales como algunas telas o calcetines de bebé, pero que «no subimos los precios en tienda al mismo ritmo porque preferimos asumir nosotros el aumento». Desde su experiencia, cuentan que «las bodas y los bautizos sí que han subido últimamente, y eso nos viene bien, pero los clientes ya prefieren comprar un vestido para su niña en vez de dos, o dejan de comprar complementos como antes», dicen.

Elvira, que también tiene un negocio en el sector de la construcción, afirma que la situación también es límite en ese ámbito, sobre todo «en el precio que ponen los proveedores».

Ni llegan los materiales

La adquisición de materias primas también le da dolores de cabeza a la gerente de una tienda de decoración de esa misma calle lucense, que prefiere no dar su nombre. «El hilo, que es un material que usamos muy habitualmente, ya casi ni nos llega. Lo mandan desde Oriente Medio y, directamente, no producen por lo caro que les sale», comenta.

El transporte también se ha encarecido mucho en su sector, explica esta empresaria. Culpa, sobre todo, al Brexit, que hizo subir los precios «una barbaridad» en poco tiempo. «Las empresas de decoración nos mandan un catálogo en septiembre y otro en enero. Desde que llegó este último, subieron las tarifas tres veces. Nunca había pasado», termina.

En Late & Late, una tienda de chocolates del centro de Lugo, Carmen Beltrán, su responsable, afirma no haber notado ninguna subida en su producto. «Es cierto que quienes negocian con los proveedores son mis jefes, pero sea como fuere, no ha repercutido en los clientes», comenta. De hecho, afirma que no han subido el coste de sus productos más de tres veces en los 13 años que llevan en Lugo.

«Se a nós nos suben os chourizos un 10%, é imposible non aplicarllo ao cliente»

A la Quesería Arcadio-Coroas, en la Praza de Abastos de Lugo, también ha llegado la inflación.
A la Quesería Arcadio-Coroas, en la Praza de Abastos de Lugo, también ha llegado la inflación. a. siso

La alimentación es, sin duda, uno de los sectores que más ha sufrido en los últimos tiempos. Primero, por la pandemia, que recortó la venta a establecimientos de hostelería. Luego, por la guerra de Ucrania, que encareció las materias primas. Y, finalmente, por la huelga del transporte de hace unos meses, que vació sus estantes y hundió sus beneficios. De eso sabe bastante el gerente de la Quesería Arcadio-Coroas, José Luis Coroas, que tiene su puesto en la Praza de Abastos de Lugo. Él es uno de los empresarios que trata que las subidas que los proveedores les hacen a ellos no repercutan en sus clientes, pero a veces se hace imposible. «Nós podemos asumir un aumento do un ou do dous por cento en determinados produtos. Pero se a nós nos suben un nove ou un dez por cento, por exemplo, unha marca de chourizos, é imposible non aplicarlle o aumento ao prezo de venda tamén, e, polo tanto, aos clientes», explica Coroas.

En su negocio, no están dispuestos a cambiar unos productos encarecidos por otros más baratos, ya que «iso afectaría á calidade do que vendemos», una característica que «nos diferenza dos supermercados e das grandes superficies» y a la que no quieren renunciar. «Se estamos vendendo uns determinados queixos de importación, non podemos cambialos por uns de aquí, porque perdería todo o sentido ter un posto na Praza de Abastos», termina.

Su socia, eso sí, se muestra más directa y mucho más crítica: «Houbo xente que aproveitou a pandemia e a guerra para subir prezos descaradamente», concluyó.